viernes, 6 de marzo de 2015

Un método anticonceptivo accesible y práctico, pero ¿qué es lo que deberías saber de él? Aquí te lo contamos


Mayra Zunini
Revista Viú.- Que promueve la promiscuidad. Que solo se utiliza cuando hay sexo casual. Que se rompe fácilmente. Que se pierde la espontaneidad. Hay cien razones para no usarlo, pero una sola debería ser suficiente para hacerlo: tu salud.

Si nos remontamos en la historia, el preservativo se utilizaba como protección de enfermedades de transmisión sexual desde el siglo XVI; para evitar embarazos no deseados en el siglo XVIII y durante la Segunda Guerra Mundial, el gobierno nazi prohibió su uso porque impedía la expansión de «una raza superior», pero entre las tropas sí se utilizaba para evitar contraer gonorrea o sífilis.
Aunque es uno de los métodos anticonceptivos más económicos y accesibles, en torno a él gira una serie de mitos que provocan la desconfianza en su uso. Esto se debe principalmente al desconocimiento. Entonces ¿qué deberíamos saber sobre este método de protección?
El condón es el único método anticonceptivo que previene los embarazos no deseados y protege de las enfermedades de transmisión sexual y del VIH. Su diseño evita el contacto con el fluido vaginal, semen o líquido preseminal.
Actualmente existen diferentes presentaciones que pueden resultar atractivas para la actividad sexual.
En el Perú, según la ONG Apropo, el 60% de los jóvenes no usa condón al tener sexo con su pareja. Para la psicóloga Carolina Olazábal, del Instituto Guestalt de Lima, esto se debe a que se tiene que realizar una pausa en la actividad sexual para colocar el condón y además que al utilizarlo, algunos hombres reportan una disminución de sensibilidad. Para evitar esa incomodidad, Trixsi Vargas, especialista en sexualidad de la ONG Apropo, recomienda involucrar el condón en el juego sexual.
Para algunas mujeres, el látex del condón puede provocar alergias e irritación, pero en el mercado también existen condones de piel de cordero y poliuretano que prometen la misma seguridad. Antes de desistir y arriesgarte, busca alternativas.
Durante la intimidad, algunas parejas recurren a aceites de bebes o lubricantes elaborados de aceite u otros derivados del petróleo, sin darse cuenta de que el látex del condón se hace más frágil al combinarse con estas sustancias. Maribel Dextre, ginecóloga de la Clínica Javier Prado, recomienda utilizar lubricantes de agua o de base acuosa.
Finalmente, es muy importante saber que en el caso de parejas no exclusivas y no monógamas, elcondón debe utilizarse para cualquier tipo de actividad sexual, sea vaginal, oral o anal; ya que el virus del papiloma no solo provoca el cáncer de cuello uterino, sino también cáncer de boca y de pene.
Incluir el condón en una relación íntima es no solo una cuestión de evitar embarazo, sino también de tener una vida sexual segura, es proteger tu salud y la de tu pareja.
DICEN POR AHÍ QUE...
- Dos son  mejor que uno. Trixsi Vargas, especialista en sexualidad de la ONG Apropo, indica que el uso de dos condones puede provocar roturas en el látex por el constante roce.
- Se pierde la erección. Muchos hombres se niegan a utilizar preservativo y las pocas ganas de utilizarlo puede provocar en el hombre la pérdida de erección. Es un tema psicológico. No te dejes presionar. Intenten otros modos de estimulación.
- Solo lo uso en sexo casual. Si no existe un deseo de embarazo, el preservativo se debería utilizar con la pareja estable también, esto para evitar enfermedades de transmisión sexual.
- Lo inflo para ver si no está dañado. Todos los preservativos pasan por controles de calidad, por lo que al manipularlo puedes romperlo o contaminarlo con bacterias que pueden ingresar a la vagina.
- No es lo mismo. Al utilizar el preservativo, la sensibilidad que se pierde es mínima; obviamente el contacto piel con piel es importante, por lo que en la relación sexual también debe existir caricias y besos que dejen en segundo plano la existencia del condón.
- Se rompe con facilidad. Los condones de látex se rompen por el mal uso y porque se mantienen en ambientes calientes. Para ello, hay indicaciones que se deben leer en el empaque antes de utilizarlos.
Fuentes:
Carolina Olazábal, psicóloga del Instituto Guestalt de Lima
Maribel Dextre, ginecóloga de la Clínica Javier Prado
Trixsi Vargas, especialista en sexualidad y gerenta de servicio en ONG Apropo.
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