viernes, 22 de mayo de 2015

Diario Trome.- ¿Sueles comprobar si has cerrado bien la puerta, desenchufado la plancha o te gusta mantener el orden en tu casa y coleccionar objetos? Si la respuesta es afirmativa, no te preocupes, no tienes una condición psicológica de cuidado.

El problema es cuando esas preocupaciones se hacen obsesivas, pierdes el control y te vez realizando continuos rituales y comprobaciones para sentirse bien.
Eso se llama Trastorno Obsesivo Compulsivo y, según los expertos, se caracteriza por la aparición recurrente de obsesiones, pensamientos, impulsos y compulsiones que son conductas repetitivas que la persona afectada se ve en la necesidad de realizar en respuesta a una obsesión. Los tipos más comunes son: comprobación, repetición, indecisión, orden y coleccionismo.
Una vez diagnosticado, la persona debe exponerse al pensamiento, objeto o situación temida (real o imaginaria). De esta forma se habitúa a la ansiedad y consigue eliminarla. De lo contrario pida ayuda psicológica.

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