lunes, 31 de agosto de 2015

Conozca cuáles son los principales aportes de este tipo de alimento para la salud y por qué se recomienda su consumo.


Ximena Chavez Alonso
Licenciada en Nutrición y Dietética - CNP: 5738
Creadora y editora de ‘’Mi Awki’’

1. Todas las carnes, tanto rojas como blancas, nos aportan gran cantidad de proteínas de alto valor biológico, además de vitaminas, minerales, ácidos grasos, colesterol, entre otros nutrientes. Sin embargo, el consumo excesivo de carnes rojas se relaciona a una mayor incidencia de enfermedades al corazón y cáncer, debido a su elevado contenido de grasa saturada, en comparación con las carnes blancas. La carne de ave es fuente de hierro, fósforo y vitaminas del complejo B. En general, las carnes blancas aportan ácidos grasos poliinsaturados, como el Omega 3 y el Omega 6, en distintas cantidades.
 
2. Las carnes blancas ofrecen grandes beneficios. En general, disminuyen el colesterol LDL (usualmente llamado “colesterol malo”). En particular, el Omega 3, además de colaborar con dicha disminución sin alterar la cantidad de HDL (“colesterol bueno”) se le atribuye la capacidad de reducir el riesgo de trombosis, por disminuir la inflamación y la tendencia a la coagulación.
 
3. Incorporar este tipo de carnes en la alimentación colabora con la prevención de enfermedades del tipo cardiovascular, tales como dislipidemias (Alteraciones de los lípidos en sangre), hipertensión arterial, diabetes, entre otras. Así, las personas que padezcan este tipo de enfermedades y la población en general, se beneficiarán con su consumo.
 
4. En cuanto a la forma de preparación, estas pueden cocinarse a la parrilla, al vapor, hervidas, guisadas u horneadas. Estos son métodos excelentes porque el alimento no pierde su forma y sabor natural. Asimismo, al no agregar aceite u otros productos, el contenido graso es bajo, favorable para prevenir enfermedades al corazón y obesidad, en comparación con el método fritado o salteado.
 
5. Si bien es cierto que hoy en día –en la crianza de ciertas aves– se utilizan métodos no naturales para generar mayor producción y más ingresos, para que un pollo entre a un supermercado debe pasar por un control de calidad muy estricto donde se evalúa su contenido de hormonas y otros compuestos. En conclusión, se puede consumir pollo siempre y cuando se compre en un lugar que exija control de calidad en todos sus productos.
 
6. Los vegetarianos cuentan con excelentes opciones como la quinua, las menestras (frijoles, lentejas, garbanzos), la soja, el maní, las nueces, las almendras, el tofu y la carne de soja, que son fuentes de proteínas. Sin embargo, hay que señalar que en una dieta vegetariana, el contenido de vitamina B12 –abundante en alimentos de origen animal– es escaso. Por ello, se recomienda la orientación de un nutricionista. 

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