miércoles, 12 de agosto de 2015

El Instituto Nacional de Salud, que tiene entre sus funciones la investigación científico-tecnológica y el control de las enfermedades, tiene proyectado crear un Centro de Control y Prevención de Enfermedades para mejorar sus servicios de salud.

José Vadillo Vila jvadillo@editoraperu.com.pe

Diario El Peruano.- El Aedes aegypti transmutó. El año pasado, en los laboratorios del Instituto Nacional de Salud (INS), se detectó que este mosquito, que es el vector principal que transmite el virus del dengue y la chikungunya, se había hecho resistente al insecticida que por mucho tiempo se utilizó para exterminarlo. 


Los resultados arrojaron la necesidad de cambiar de insecticida y, por ende, de política para hacer una lucha eficaz contra el dengue. La medida la asumió el Ministerio de Salud y fue criticada en su momento, pero fue un aporte del INS, un brazo casi silencioso del Minsa.
Un paso adelante
“La investigación sí produce resultados en la gente, en las actividades de salud y la gente”, recuerda el doctor Ernesto Gozzer, jefe del INS, que tiene entre sus misiones la vigilancia de las enfermedades.
Gozzer dice que si no avanzó la epidemia de la chikungunya como se creía, se debe también al modelo diseñado por los expertos. Gracias a las fumigaciones contra el Aedes aegypti, 100 días después no se han tenido los miles de “casos autóctonos” que calculaban algunos, tal como sucedió en República Dominicana (500,000 víctimas) o Colombia (200,000). Su cuentan con los dedos de las manos y los casos se analizan en un laboratorio especializado del INS.
En salud pública se requiere estar un paso más adelante. Además de estar atentos por la declaratoria de emergencia del dengue y chikungunya desde 2014, el INS hace la vigilancia, desde el laboratorio, si aparece en el país el virus zika, una enfermedad que existe en Brasil y también tiene por vector al mosquito en ciernes. El laboratorio posee el suero contra el virus por si aparece.
El jefe del INS dice que ya han realizado la transferencia tecnológica: en Piura el laboratorio tiene la capacidad de detectar ambos virus, mientras que en Tumbes lo tienen para el dengue y se preparan para la chikungunya.
El lema de la institución es ‘Investigar para proteger la salud’. Por ello, el equipo de Recepción y Obtención de Muestras (ROM), que trabaja las 24 horas y los 365 días en coordinación con la Dirección General de Epidemiología del Minsa, por si se produce un brote de una epidemia, son llamados y viajan inmediatamente a tomar las muestras para definir el tipo de enfermedad, investigar, vigilar y dar control de calidad.
Proyecto de desarrollo
Ernesto Gozzer explica que entre las tareas encomendadas por el sector Salud, el INS desarrollará un Centro de Control y Prevención de Enfermedades, que funcionará en el local del INS en Chorrillos, “modernizando y redefiniendo los laboratorios, buscando una mayor comunicación en especialistas de distintas áreas, y garantizando la actuación frente a las amenazas de la salud pública que tenga la población peruana”. El proyecto está planteado mirando los próximos 30 o 40 años.
“Lo que se busca es que se pueda detectar a tiempo las enfermedades prevenibles, tanto las infecciosas como las no transmisibles (como diabetes o hipertensión); detectar las amenazas como una nueva epidemia, y actuar inmediatamente para controlarlas”, explica Gozzer.
La innovación que buscan bajo esta mirada es incluir equipos multidisciplinarios que vayan más allá del tema médico con químicos, ingenieros, abogados, antropólogos, comunicadores, entre otros, para comprender mejor su comportamiento y que incorporen las políticas de salud pública. “Nuestro trabajo es buscar cuáles son los problemas del Perú en salud, hacer la investigación necesaria y buscar soluciones”, dice.
Un poco de historia
El antecedente del INS es el Instituto Vaccinal, creado el 29 de mayo de 1896. El presidente Nicolás de Piérola creó el Instituto de Vacuna que asumió la preparación de la vacuna antivariólica. En 1902 cambió su denominación por la de Instituto de la Vacuna y Seroterapia, en 1936 por Instituto Nacional de Higiene y Salud Pública, y en 1958, Instituto Nacional de Salud Pública.
Cifra


500  investigadores trabajan en los laboratorios y los seis centros nacionales del INS.


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