Pese a lo que se cree, las enfermedades respiratorias no están necesariamente asociadas a las bajas temperaturas.
Gonzalo Gianella Malca (neumólogo de la Clínica Ricardo Palma)
1. El resfrío común es una infección que tiene síntomas variables: estornudos, congestión nasal, mucosidad, dolor de garganta, tos, malestar general, fiebre. Dura pocos días y sólo requiere de hidratarse bien y el uso de sintomáticos.
2. Contrario a lo que se cree, el frío influye poco en lo relacionado a enfermedades respiratorias, salvo en temperatura extremas. En zonas donde las temperaturas descienden mucho, como las zonas altoandinas, el frío altera las defensas normales de las vías respiratorias, facilitando –por ejemplo– el ingreso de gérmenes hacia las vías bajas: bronquios y pulmones. Por lo demás, durante el invierno hay aglomeración de personas en espacios cerrados y poco ventilados, siendo este el principal factor para que exista contagio y diseminación de infecciones virales.
3. Para evitar contagiarse se deben tomar medidas generales, como mantener espacios ventilados, protegerse al estornudar o toser y lavarse las manos. Es también útil que quienes estén resfriados se queden a descansar en casa y no expongan a compañeros de estudios o trabajo. La vacunación contra la influenza es otra medida eficiente, en especial para evitar infecciones respiratorias en personas frágiles como niños pequeños, adultos mayores o personas con enfermedades crónicas.
4. En cuanto a la automedicación, el uso de sintomáticos (antigripales) o de medicación simple como analgésicos tipo paracetamol o ibuprofeno no está mal. Sin embargo, no deben usarse medicamentos con potenciales efectos adversos, como los antiinflamatorios (naproxeno por ejemplo). Si bien las infecciones virales pueden complicarse, el uso de antibióticos solo debería ser ordenado por un médico.
5. Usualmente los males respiratorios que suelen aparecer en esta época del año, y que son más peligrosos, se derivan de complicaciones con infecciones respiratorias. Las neumonías son quizá las más frecuentes y son causa de muerte en adultos mayores. Personas con enfermedades crónicas, como el asma, suelen tener períodos de crisis durante esta época.
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