jueves, 29 de octubre de 2015

Por: Isabel Medina
Diario Trome.- Aunque nada justifica el maltrato infantil, que deja huellas imborrables, miles de niños son agredidos cada día por sus padres que consideran que los golpes ‘también sirven’ para corregir y educar.

Hace poco, en Carmen de la Legua, un hombre admitió su agresión y fríamente dijo: “Estoy corrigiendo a mi hijo. Un buen golpe hoy, es un delincuente menos mañana”.
July Caballero, psiquiatra de niños y adolescentes del Instituto Nacional de Salud Mental, remarca que con cocachos, gritos, jaloneos o golpes no se aprende, ni ningún niño los merece.
“Nada justifica el castigo infantil. Para corregir no se necesita maltrato físico, verbal ni psicológico. Por los gritos o golpes ellos evitan repetir el acto, pero no porque entienden que está mal, sino por miedo. Eso les genera inseguridad, baja autoestima, tristeza, rebeldía u otros problemas emocionales, y se vuelven agresivos por imitación”, advirtió.
CASTIGO
El abandono o decirle al hijo ‘torpe’, ‘estúpido’, ‘nunca haces bien las cosas’, es un maltrato psicológico, un castigo sistemático.
“La conducta inadecuada es reflejo de la familia. Para modelar la conducta hay que reforzar lo positivo. Si usted no se controla, es violento o tiene problemas de alcohol, vaya a un especialista. El niño violentado se recupera si él y su familia reciben ayuda”, sugirió.
RECOMENDACIONES
Sea buen modelo. Contrólese para enseñar a sus hijos a controlarse.
Reglas y límites. Deje claro qué está mal con dialogo, respeto y amor.
Sancione según la edad: prívelo de lo que le gusta, no le compre cosas. En rabieta, dele tiempo a calmarse y hable.
No calle el maltrato, así sea su pareja. El SIS cubre diagnóstico, tratamiento y terapia de desórdenes mentales.

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