jueves, 8 de octubre de 2015

Diario Trome.- Una de las ideas más arraigadas que tienen las personas de sus parejas es que pueden ‘cambiarlas’ una vez que estén casados o hagan vida en común. Ese es un error común y grande.

Los adultos no cambian en los aspectos fundamentales de su personalidad y solo debemos aspirar a que aprendan algunas conductas que no exigen modificar su manera de ver la vida, como hacer que sean más ordenados, por ejemplo.
Pretender cambios radicales (como de gustos y de la forma de relacionarse con los demás, lo que incluye ‘cambiarle los amigos’) solo generará resistencia, promoverá riñas y dañará la relación hasta quizá acabar con ella. Recuerda ser cauta °, no gritar ni quejarte, eso casi siempre termina empeorando la situación.

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