Se trata de un suplemento de la vitamina B3, conocido como nicotinamida, que es capaz de reducir los tumores de piel en personas con antecedentes de cáncer de piel NO melanoma.
"Es la primera evidencia clara de que podemos reducir los tumores de piel usando una simple vitamina, además claro está de un comportamiento sensato a la hora de exponernos al sol", explica Diona Damian, autora del estudio.
Los resultados del estudio sugieren que la nicotinamida tiene el potencial de disminuir la carga de salud y el coste económico del cáncer de piel. Los investigadores creen los resultados pronto se podrán traducir a la práctica clínica; sin embargo, reconocen que las personas con alto riesgo de cáncer de piel todavía necesitan seguir las recomendaciones establecidas antes de exponerse al sol: usar protectores solares y tener chequeos regulares con su médico.
Cabe recordar que el cáncer de piel no melanoma es la forma más común de cáncer en las poblaciones de piel clara en todo el mundo. Es cuatro veces más común que el resto de cánceres y tiene un coste anual superior a los $500 millones. Su principal causa es la exposición solar y los más comunes son el carcinoma de células basales y el carcinoma de células escamosas. Este último puede diseminarse a los ganglios linfáticos y los órganos internos, mientras que el primero rara vez lo hace, aunque puede causar gran problema estético ya que se produce en la cara.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores contaron con la participación de 386 personas que ya habían tenido al menos dos tipos de cáncer de piel no melanoma en los últimos cinco años, por lo que se les consideró del alto riesgo. Los pacientes fueron aleatoriamente divididos en dos grupos. Al primer grupo se le suministró nicotinamida diariamente durante un año, al otro un placebo por el mism periodo.
Los resultados fueron muy claros: la vitamina B3 redujo la incidencia de nuevos casos de cáncer de piel no melanoma en un 23% en relación con los controles de placebo y la incidencia de las manchas solares precancerosas (queratosis actínicas) en torno al 15%. Y su efecto fue para los dos tipos de cáncer de piel: carcinoma de células basales y el carcinoma de células escamosas.
Los expertos creen que la nicotinamida mejora la reparación del ADN en las células de la piel dañada por la luz solar y, por ello, es capaz de proteger al sistema inmunológico de la piel ante la exposición a la radiación ultravioleta, ya que proporciona a las células de la piel un refuerzo extra de energía cuando están en ‘modo reparación’ después de la exposición al sol.
Por otro lado, los investigadores han advertido que su estudio no fue diseñado para analizar si la nicotinamida podría beneficiar a las personas de la población general que no han tenido cáncer de piel o si podría ser eficaz en la reducción de melanoma, por lo que recomiendan que no se use en estos casos hasta que no se haga una investigación concluyente.
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