Experta en nutrición nos brinda algunos consejos para cuidarnos en estas fechas en que abundan los banquetes y los brindis.
María Teresa Zumarán,
nutricionista de la Clínica Ricardo Palma.
1 En este mes los compromisos sociales abundan. No es raro que al terminar las fiestas de fin de año tengamos un par de kilos de más. Y si bien compartir con la familia y con los amigos siempre es agradable, no hay que caer en los excesos porque eso puede generar múltiples problemas a la salud: hipertensión, diabetes, problemas cardiacos, entre otros.
2 Nunca deje de desayunar, es la comida más importante. El cuerpo necesita energía y nutrientes para mantenerse saludable. Tome una bebida caliente o una taza de leche con un pan con queso o huevo duro para comenzar su jornada. En estas fechas, opte por los panes sin migas o por las tostadas. Las tortillas de verduras también son una buena opción para empezar el día. Si bebe jugos, que sean naturales y evite endulzarlos. No incremente calorías innecesarias a su dieta.
3 A media mañana coma una fruta mediana. De esta forma, cuando llegue la hora de su "compartir", no arrasará con todo lo que tenga en frente. Una manzana o una pera calmarán su ansiedad por picar golosinas o bocaditos que no hacen más que llenar de grasa sus arterias.
4 Si almuerza en algún restaurante, pida una porción generosa de pollo, carne, pavo o pescado a la plancha con abundantes verduras aderezadas con sal, pimienta y unas gotas de aceite de oliva. Deje a un lado la mayonesa y todas las salsas que son muy ricas, pero contienen demasiada grasa. Acompañe su carne con una papa al horno pequeña o un pedazo de choclo.
5 Evite las gaseosas, beba infusiones heladas o limonadas con edulcorantes. Si también va a salir a cenar en la noche, renuncie a los postres. Si no puede con su genio, elija una bola de helado, nada más. Los queques y tortas con crema chantilly o pasteles le sacarán panza; además, incrementarán su nivel de azúcar en sangre y eso es muy peligroso.
6 Durante lo que queda del mes, procure reducir al máximo el consumo de harinas blancas y refinadas, así como de postres procesados, para que pueda darse unos cuantos gustitos sin remordimientos.
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