miércoles, 27 de enero de 2016

Por: Isabel Medina
Diario Trome.- Por tratar de buscar el color ‘doradito’ de su piel, a través de lo que llaman el ‘bronceado perfecto’, muchas personas -sobre todo mujeres- cometen la imprudencia de ‘quemarse’ exponiéndose intencionalmente al sol por el verano. Inclusive, desarrollan una adicción llamada ‘Tanorexia’.

“Están contentos de quedar bronceados, pero no saben los terribles daños que se van provocando. La sobreexposición a los rayos ultravioleta (UV) puede causar insolación, erisipela o insolación y, a largo plazo, envejecimiento cutáneo, manchas, arrugas y hasta cáncer de piel”, advirtió el doctor Sandro Tucto, dermatólogo de la clínica ‘Ricardo Palma’.
NADA EN EXCESO
El Círculo Dermatológico del Perú señala que recibir sol unos 10 minutos es bueno, porque ayuda a la producción de vitamina D, pero en exceso y en horas de mayor radiación solar (entre 10 de la mañana a 3 de la tarde), es muy dañino.
Sin embargo, hay personas que creen estar pálidas o ‘muy blancas’ y se obsesionan con su color de piel, quieren estar siempre bronceadas por un trastorno relacionado a la estética corporal. Algunas recurren a cabinas especiales de rayos UV.
SIGA ESTOS CONSEJOS
Martina Gómez, del Centro de Terapias Alternativas y de Antienvejecimiento, aconseja lo siguiente:
Aplicarse protector solar (bloqueador) 30 minutos antes de exponerse al sol. Usar sombrero.
Si quiere broncearse, consulte al dermatólogo la forma adecuada de hacerlo.
No se depile el mismo día de playa. Hágalo al menos 48 horas antes.
Consuma agua y frutas.

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