viernes, 25 de marzo de 2016

Por: Mariela Luján
Diario Trome.- En los últimos días, Florinda Meza (Doña Florinda) hizo noticia al decir que el actor Ramón Valdés (Don Ramón) consumía drogas, pero luego se retractó porque se dio cuenta que había sido ligera de lengua. Decir algo sin medir las consecuencias y después echarse para atrás no es serio y, mucho menos, demuestra la madurez de una persona.

 “Este es un claro ejemplo de falta de control de impulso”, sentencia el psicólogo y psicoterapeuta Manuel Saravia. El especialista asegura que cuando una persona dice o hace cosas -y luego se arrepiente- es porque está actuando en función de sus emociones y no de la razón.
Afortunadamente quienes no tienen control de sus emociones, por lo general, solo se comportan de ese modo en algunos aspectos de su vida. Por ejemplo, cuando juegan fútbol, manejan un vehículo, hablan de dinero, temas políticos o religiosos. “Todos estos temas o circunstancias suelen ser los que despiertan las pasiones y la impulsividad”, aclara.
CÓMO CONTROLARLO
1. Primero, toma conciencia del problema y reconoce que eres impulsiva.
2. Identifica qué tipo de situaciones o personas activan esa emoción.
3. Aprende a postergar ciertas cosas para que sepas qué es ser paciente. Así no te apresurarás en hablar cuando no debes.
4. Haz tareas que no te generen placer. Por ejemplo, si no te gusta planchar, hazlo todas las noches para que desarrolles un mayor autocontrol y aprendas a moderar tu impulsividad.
5. Piensa en el daño que le puedes hacer a otra persona con tus palabras. Tómate un tiempo antes de hablar o evita dar comentarios si no estás segura de algo.
FALTA DE SERIEDAD
Todos tenemos derecho a equivocarnos, pero si te estás corrigiendo constantemente, afectarás tu credibilidad. Nadie te tomará en serio y dañarás tu reputación.

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