jueves, 7 de abril de 2016

Salud en Casa.- Alrededor de 30 millones de personas en América Latina padecen de diabetes; se espera que para el 2025 esa cifra se duplique. Tanto esta región como el Caribe registran los porcentajes mundiales más altos de la enfermedad, por lo cual se considera que ha alcanzado proporciones de epidemia.


En 2014, la compañía farmacéutica Janssen desarrolló una encuesta entre pacientes con diabetes tipo 2 de 5 países de América Latina (Argentina, Brasil, Colombia, Guatemala y México) con el objetivo de conocer los mitos que aún existen sobre la diabetes y con base en estos resultados, generar estrategias y materiales educativos para los pacientes, sus familias y profesionales de la salud.

Una de las principales conclusiones de la encuesta es que a pesar de la amplia disponibilidad de información acerca de la enfermedad, todavía hay algunos mitos sobre la manera adecuada de controlarla, el momento apropiado para visitar al médico, la eficacia de los medicamentos y el impacto de la enfermedad en la calidad de vida de los pacientes, lo que repercute en que los pacientes no se adhieran al tratamiento y se desarrollen graves complicaciones.

Veamos cuáles son los mitos más extendidos:

-“La medicina alternativa, el ejercicio y la dieta pueden reemplazar a los medicamentos prescritos por mi médico”. Falso. La medicina alternativa como los tés, hierbas y jugos nunca reemplazarán al tratamiento ordenado por un especialista. Esta confusión es grave porque lleva a algunos pacientes a abandonar sus medicinas, con lo cual su situación empeora.

-“Los medicamentos me harán subir de peso”. Los medicamentos orales, usados según las indicaciones, pueden ayudar al paciente a alcanzar un peso adecuado, un factor importante para la atención de la diabetes 2. El sedentarismo y el exceso de calorías son los responsables del sobrepeso.

-“Los diabéticos no pueden comer dulces ni chocolates”. Falso. Si los niveles de glucosa en sangre son adecuados, los pacientes diabéticos pueden consumir dulces, chocolates y otros postres en pequeñas cantidades, aunque no como parte habitual de su dieta.

-“Los medicamentos orales que hay en el mercado son todos iguales”. Cada tratamiento es diferente según el tipo de diabetes del paciente y de acuerdo a las diferencias específicas de cada medicamento (presentación, componentes, dosis y mecanismo de acción). Es necesario consultar con el médico sobre las diversas alternativas de tratamiento disponibles, de acuerdo al diagnóstico de la persona y a su estilo de vida.

-“Si no tengo síntomas, mi diabetes está bajo control”. Falso: La diabetes 2 puede no presentar síntomas físicos. Sólo el monitoreo constante de la glucosa en sangre nos asegura que la diabetes está controlada.

La Asociación America de Diabetes sugiere los siguientes niveles:
·         Antes de las comidas: 80 a 130 mg/dl
·         1-2 horas después de la comida: menos de 180 mg/dl

El médico especialista determinará los niveles óptimos del paciente de acuerdo a su perfil.

-“Los medicamentos para la diabetes pueden dañar mis ojos y riñones”. Ésta es una creencia muy extendida. Las complicaciones propias de la enfermedad suelen coincidir con el uso de medicamentos orales o la aplicación de insulina, pero no es consecuencia de ellos: es resultado de una glucosa que ha estado mucho tiempo fuera de control. Los nuevos tratamientos disponibles, recetados y supervisados por un especialista, ayudan a detener el avance de las complicaciones propias de la enfermedad.

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