domingo, 20 de noviembre de 2016

Los factores de riesgo para la conducta suicida pueden presentarse en aquellos con  antecedentes familiares de conducta suicida, la presencia de un trastorno mental como depresión, esquizofrenia, trastorno bipolar y el consumo de sustancias.

Salud en Casa.- La conducta suicida en  nuestro país se ha convertido en un problema de salud pública, estimada en la actualidad como la tercera causa de muerte en población económicamente productiva, al intentar determinar sus causas y factores predisponentes nos encontramos con la confluencia de muchos factores y condiciones, dentro de estos  los factores sociales y del entorno juegan papeles importantes, manifestó la Dra. María Flores, psiquiatra de Solidaridad Salud. 


El contexto violento en el que vivimos, la pobreza, el exiguo presupuesto para el sector salud, la escasa provisión de personal de salud especializado en salud mental, así como el limitado acceso de la población a este tipo de servicios no solo en Lima si no a nivel nacional son también principales factores sociales o de entorno que favorecen al persistencia de este flagelo”, precisó.

Según la especialista son importantes los factores de riesgo para la conducta suicida los cuales y casi siempre están presentes en más de uno en personas que intentan o cometen suicidio, como por ejemplo antecedentes familiares de conducta suicida, la presencia de un trastorno mental como depresión, esquizofrenia, trastorno bipolar, el consumo de sustancias, trastornos de la conducta alimentaria, de la identidad sexual etc., trastornos de la personalidad con inestabilidad e impulsividad, la existencia de enfermedades medicas crónicas o terminales como el cáncer o SIDA, y otros no menos importantes como antecedentes de maltrato físico o abuso sexual, etc.

“Hemos sido testigos de las variación en la tendencia respecto a los grupos poblacionales que presentan conductas suicidas antiguamente se observaban más en adulto mayores, actualmente la población joven y en especial la población adolescente es la más vulnerable a desarrollar estas conductas. Siendo según géneros la población femenina la que con más frecuencia intentará el suicidio y la población masculina la que con mayor frecuencia presentaran suicidios consumados.

Síntomas a tomar en cuenta
Para  María Flores  se debe tomar en cuenta los cambios de ánimo en la conducta de nuestros seres queridos sin embargo en la mayoría de casos estas conductas pueden pasar desapercibidas, o no las tomamos en cuenta,  estudios realizados al respecto revelan que al menos la mitad de las personas que verbalizan ideas de muerte intentaran suicidarse, y un 10 a 15% lo harán.

“Podemos observar que estas personas tienden al autoaislamiento, pueden presentar conductas irritables, o síntomas depresivos como apatía, desinterés, desmotivación, hay que tener especial atención si presentar conductas como el despedirse de sus seres queridos, escribir cartas o mensajes; por otro lados se deben de tener en cuenta comportamientos previos como el abuso de sustancias alcohol, tabaco, marihuana, etc., comportamientos temerarios o impulsivos, o tienden a autolesionarse, también si son personas que fácilmente se desestabilizan frente a problemas de la vida o personas que han experimentado maltratos, abusos o situaciones de abandono como en la población infantil”.

 “La prevención es lo más importante, buscar ayuda en la familia o en servicios de salud es lo más recomendable, si se conoce a un ser querido que presentara este problema o está en riesgo, la compañía y/o la comunicación rápida es efectiva y es necesaria, identificar factores que motiven el seguir viviendo, se recomienda elaborar una “caja de la esperanza” donde se tenga los recuerdo que motiven a esta persona, generar una línea telefónica de emergencia,  un plan de contingencia;  evitar el aislamiento, así como prevenir otras conductas de riesgo como el consumo de sustancias y el control de conductas inestables ayudaría mucho”, agregó.

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