Hacinamiento es la principal causa, asegura el Instituto Nacional de Salud (INS)
Agencia Andina.- Una serie de enfermedades biológicas y sociales podrían aparecer en cualquier momento entre las familias hacinadas en carpas o campamentos donde se resguardan tras haber perdido sus casas a causa de los desastres naturales, advirtió Luis Suárez, director del Instituto Nacional de Salud (INS).
La falta de agua segura y de lugares para realizarse el aseo adecuado del cuerpo originarán la presencia de diversas infecciones como estomacales (diarreas), a la piel, vías urinarias o genitales (sobre todo en las mujeres como la vulvovaginitis), manifestó el galeno.
“Por eso es tan importante que las donaciones de agua no solo sean para consumo sino también para la higiene personal. A veces la falta de aseo ocurre porque no hay lugares acondicionados para hacerlo y las personas desconocen otras alternativas”, comentó a la agencia Andina.
Por otro lado, el hacinamiento facilita el alto riesgo biológico pues los albergues y carpas donde viven las familias no tienen espacios ventilados, y por esa razón la gripe, tuberculosis, influenza y tos pueden afectar a niños y adultos.
“En los próximos días distribuiremos a los gobiernos regionales y municipalidades una guía para prevenir riesgos en la salud. Es información básica para la población. Contiene un listado de enfermedades que podrían contraer sino cumplen medidas preventivas como asearse o no defecar en espacios abiertos cerca de las carpas”.
El contagio de piojos es otro de los males que puede aparecer a causa del hacinamiento, mientras que el polvo que se desprende del barro seco, se convierte en contaminante para los ojos y puede causar conjuntivitis, agregó el funcionario.
Riesgos sociales
Después del desastre, las relaciones entre las personas sufren alteraciones por el hacinamiento, sobre todo entre los niños, niñas y adolescentes. Así, por ejemplo, afirmó Suárez Ognio, pueden aparecer casos de abuso sexual, violencia familiar, violencia contra la mujer o delincuencia.
La salud mental de niños y adultos también sufre daños, ya que la pérdida de sus viviendas, animales, enseres y bienes materiales que tanto les costó obtener, trastoca sus emociones y la depresión aparece casi siempre luego de las emergencias,advirtió.
“Casi siempre los menores tienen shock post traumático: terrores nocturnos, temor de caminar solos o dejan de jugar, mientras que las familias empiezan a sentir vacíos, soledad pues observan que la gente ya no los visita y deja de hablar de ellos. Ojalá que en la etapa de rehabilitación se contemple atender a las personas de manera integral”, inidcó.
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