miércoles, 14 de junio de 2017

El humo de un siniestro afecta la nariz, garganta y los pulmones y puede desencadenar una bronquitis o hasta neumonía.

Salud en Casa.- Los recientes incendios ocurridos en Lima y Callao han afectado a muchas personas por la inhalación de humos tóxicos. Aunque algunos han optado por protegerse usando mascarillas convencionales, la neumóloga de Solidaridad Salud Doris La Chira Angulo advirtió que dicha medida no es suficiente.

“Las mascarillas convencionales, las que utilizan los dentistas, no cubren nada y son obsoletas ante la emanación de humo, ya que es fácil que este se filtre hacia las vías respiratorias. Lo que se debe hacer en estos casos es cubrir con un paño húmedo el rostro y colocarse máscaras especiales con respiradores”, manifestó.
La Chira aseveró que la inhalación de humo puede provocar infecciones respiratorias severas y hasta broncoespasmos, que en casos extremos podrían terminar con la vida de las personas. “Estos humos, al ser producto de la quema de llantas y material inflamable, irritan la mucosa de las vías respiratorias y hacen un ambiente propicio para que proliferen las bacterias y se produzca una infección. Los más afectados por esta situación son los asmáticos”, precisó.
Según la especialista, los órganos más afectados por el humo producido por un incendio son la nariz, la garganta y los pulmones. El humo puede desencadenar cuadros de bronquitis y, en pacientes que tienen un sistema de defensa muy bajo, hasta podrían causar una neumonía. Los niños y ancianos son afectados con mayor facilidad.
“El ardor en los ojos, las náuseas, vómitos y la presión en el pecho son síntomas de la falta de oxígeno. Si ven que la nariz se empieza a tupir deberían retirarse a un lugar más oxigenado, ya que el estar sano no quiere decir que no pueda sufrir de un broncoespasmo repentino que lo conduzca a una atención de emergencia”, advirtió.
La especialista explicó que una vez que el humo ingresa a los pulmones los convierte en una especie de jebe y limita su funcionamiento, lo que se conoce como una fibrosis pulmonar. “Esto les impide captar el aire haciendo inclusive inútil el uso de inhaladores. La inhalación de gases tóxicos en forma frecuente quema el pulmón y hace que este no se recupere jamás. Por ello, cuando ocurran estos sucesos en las calles, lo mejor es evitar estar parado cerca. Lo recomendable es retirase inmediatamente”, puntualizó.

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