jueves, 1 de marzo de 2018


Cuando el calzado resulta apretado, producen trastornos en las uñas, resultando curvadas,  presentándose oscuras como hematomas,  causándole incluso uñeros y dolores al caminar.

Salud en Casa.- Muchos padres de familia en estas fechas se preocupan por adquirir el calzado escolar, adquiriendo un producto por moda  o gusto del pequeño, sin contar con la medida exacta o evaluación correspondiente de un especialista, ocasionándole posteriormente molestias y complicaciones en sus pies, muslos y piernas.


“Cuando se compra un calzado más grande, esto ocasiona que se levante el empeine, al  necesitar  flexionar los  dedos, la parte adelante ingresa, formando una garra, produciendo que la planta del pie realice más esfuerzo, al igual que la pantorrilla, causando complicaciones en los muslos y glúteos; y por ello existe un déficit de rendimiento en educación física”, indicó Genry Coronado Chirinos, podólogo ortopédico del Portal Salud en Casa.

De acuerdo al especialista cuando el calzado resulta apretado, producen trastornos en las uñas, resultando curvadas,  presentándose  oscuras como hematomas,  causándole incluso uñeros y dolores al caminar.

“Igualmente aquellos que adquieran plantillas en la calle, las cuales no son ortopédicas, dicho producto en el niño, puede alterar los movimientos de los tobillos y dedos del pie ; y si su pie es plano y la plantilla aumenta el problema, causando enfermedades en la rodilla , desplazamiento en la cadera y dolor en la espalda baja”, precisó.

De acuerdo con Genry Coronado, incluso estas plantillas simples son fabricadas  de material sintético;  promoviendo sudoración, eczema, escozor, mala postura del pie y deslizamiento incorrecto.  “Los niños con pie plano, se cansan más rápido,  no duran más de dos cuadras, doliéndole  las  pantorrillas, por ello es preciso medirse de tres a cuatro meses el crecimiento del pie, desde los dos años hasta los 18 años.

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