miércoles, 25 de abril de 2018

Ante el incremento de los casos de violencia, explicamos las características de una relación de pareja basada en el control y el sentido de pertenencia.

RPP Noticias.- El 68.2% de las mujeres peruanas confesó haber sido víctima de violencia de género durante el 2016, según cifras de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes). Una realidad que afecta no solo al género femenino, sino a todos. En la última semana, diversos casos de feminicidios y violencia psicológica, física o sexual han llenado las portadas de los medios de comunicación.

“Eres solo mía”, es una frase que cotidianamente escuchamos entre los enamorados. Sin embargo, estas casi inofensivas tres palabras pueden ser señal de alerta de que vivimos sumergidos en una relación tóxica que puede desencadenar en violencia.
Amor no es control: una relación de violencia está caracterizada por situaciones de control y sentido de pertenencia, que muchas veces creemos que son normales. “La persona sea vista o tratada como un objeto. Es decir, cren que por ser su enamorada, le pertenece. Cuando hay un sentido de pertenecer a algo, la persona se convierte más en un objeto que en una persona”, explica la psicóloga Jacqueline Rojas.

Entre las señales de control resaltan la reducción de su círculo de amigos y el establecer una serie de prohibiciones.“No te juntes con esa persona, o no converses demasiado con ella o quiero pasar más tiempo contigo entonces ya no puedes estar con tus amigos. Entonces el círculo de relaciones interpersonales empieza a cambiar, te comienzas a aislar”, comenta la especialista.
Estas relaciones tóxicas están conformadas por una persona violenta y otra sumisa. “Normalmente cuando hablamos de unas características de una persona violenta va a ser una persona que rápidamente se enoja. Y más bien por el lado de la persona que puede ser víctima vamos a decir que son personas que son muy permisivas", resalta Rojas.

Por eso, la prevención de la violencia se debe trabajar en los más jóvenes. La psicoterapeuta Liliana Huañoque comenta: “Primero, digamos, hay que tratar de apoyarlos, escucharlos, no en una actitud critica. Tenemos que entender que esa persona no esta bien, que está enferma y por lo tanto no es consciente de la relación toxica en la que se encuentra. De repente se vuelven mucho más irritables, poco tolerantes, más a la defensiva, o por el contrario se aíslan".
La especialista añade que el primer paso para romper el ciclo de violencia es reconocerlo. “Primero la persona tiene que tomar conciencia de que está en una relación que no es sana. Hay que trabajar básicamente a nivel de su autoestima. Normalmente las personas que están en una relación tóxica, en una relación violenta, tienen una autoestima muy, muy baja", explica.

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