domingo, 27 de mayo de 2018

Aditivos de envases pueden migrar a los alimentos y bebidas e ingresar al organismo

Por Luis Incháustegui

Agencia Andina.- Los aditivos químicos con los cuales se fabrican los envases plásticos donde consumimos alimentos y bebidas pueden alterar el funcionamiento normal de las hormonas y generar serios problemas a la salud, como la acumulación de grasas, males cardiovasculares y hasta cáncer, alertaron médicos especialistas.

Julio César Polo Espinal, doctor especialista en temas de medio ambiente del Colegio Médico del Perú (CMP), explicó que las toxinas que ingresan al organismo humano se desprenden de aditivos como los estabilizantes, plastificantes y espumantes usados en la fabricación de envases de plástico y tecnopor.

Mencionó, por ejemplo, el caso del bisfenol A, un plastificante que permite que el envase plástico sea más dúctil y maniobrable durante el proceso de su fabricación.




“Las botellas no retornables de gaseosa tienen bisfenol A para evitar que se rompan. Pero en el siglo XXI comenzaron a darse cuenta que el efecto del calor producía alteraciones en la composición de estos plásticos, generando daños a la salud”, señaló en declaraciones a la Agencia Andina.

Dijo que existen estudios que señalan a este aditivo como el causante del mal funcionamiento de las hormonas en el cuerpo humano, lo que podría generar por ejemplo una alteración en la producción de esperma.



“También hay otros sistemas que son alterados, como la hormona tiroidea. Hace que se aceleren los lípidos y las grasas, generando una acumulación de grasas en el organismo, lo cual a la larga conlleva a trastornos cardiovasculares”, subrayó Polo.

Tecnopor


La misma advertencia lanzó sobre el uso de tecnopor para consumir alimentos o bebidas calientes.

“Si se calienta el tecnopor se convierte en un material muy inestable, que puede afectar nuestro sistema nervioso y puede causar algún tipo de cáncer”, manifestó.

Dijo que otro riesgo, no solo para salud humana sino también para el ecosistema marino, son las grandes cantidades de plástico arrojadas al mar. Esta situación altera la cadena alimenticia, pues las toxinas que se desprenden de estos productos son tragadas por los peces que, finalmente, son consumidos por los seres humanos.



“El plástico, bajo los efectos del sol, se desintegra en pequeñas moléculas. Esas moléculas serán absorbidas por los peces pequeños y éstos son a su vez acaban siendo tragados por peces más grandes, que nosotros finalmente los consumiremos”, señaló.

Polo saludó la iniciativa del Ministerio del Ambiente (Minam) de reducir el uso innecesario de las bolsas y cañitas de plástico, así como del tecnoporen el Perú.

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