jueves, 26 de julio de 2018

Caso. Rosa Canales asegura que sufre hostigamiento de docentes y médicos desde el 2015. Universidad, hospital y Colegio Médico archivaron sus denuncias por falta de pruebas.

Por Fernando Leyton 
Diario La República.- Hace unas semanas, la doctora Rosa Canales recibió una amenaza de muerte en su casa. Llegó en un papel blanco, en el que se lee un mensaje escrito en letras rojas. Los destinatarios son ella y su padre, que también es su abogado:
“Si nos siguen jodiendo, los vamos a quemar. La sacas más barata si renuncias y te largas”.

Aquella advertencia es, según comenta, uno de los más recientes incidentes en una larga lista que incluye múltiples situaciones de acoso, hostigamiento, maltrato verbal y otras formas de violencia de género.

Desde el 2015

Todo se remonta a octubre de 2015, cuando ingresó al residentado médico de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH).
En julio del año pasado, Canales presentó su caso en un medio televisivo y, asegura, desde entonces le ha tocado “vivir un infierno”.
Ella ha denunciado, en procesos administrativos y judiciales, a más de 20 personas, entre profesores de la UPCH, médicos del Hospital Cayetano Heredia y otros médicos residentes como ella.
En la actualidad, a falta de tres meses para acabar su residentado, Canales teme ser expulsada porque la universidad ha iniciado un proceso sancionador en su contra.
“En efecto, se ha iniciado un procedimiento disciplinario de acuerdo a nuestras normas internas. Es a pedido de uno de nuestros docentes que se ha sentido afectado”, confirmó a La RepúblicaMelissa San Martín, jefa de la Oficina Técnica de Asesoría Legal de la UPCH.
Canales asegura que sufre el hostigamiento de varias maneras, desde el impedimento para entrar a salas de operaciones hasta la falta de asignación de una sede para culminar el residentado médico.
La semana pasada, Canales fue expulsada del Hospital María Auxiliadora, donde le correspondía hacer una “rota-ción” durante los meses de julio y agosto.
Según San Martín, la universidad había cumplido con tramitar el residentado ante los hospitales Santa Rosa y Arzobispo Loayza, que eran las primeras opciones, pero las solicitudes fueron denegadas. Por ello fue trasladada al María Auxiliadora, pero dijo no conocer la causa de la expulsión.
Para la UPCH, la única denuncia acreditada data de fines de 2015, cuando Canales fue agredida verbalmente por otra estudiante. La responsable fue sancionada.
San Martín también acusó a Canales de no cumplir las normas de la universidad ni las indicaciones de los médicos encargados de su formación.

Caso archivado

En febrero de este año, el Hospital Cayetano Heredia archivó la denuncia de Canales. Se argumentó que no presentó “elementos de prueba” ni detalló la participación individual de cada uno de los involucrados. Con los mismos argumentos, el Comité de Ética del Colegio Médico archivó las denuncias contra 19 acusados.
La defensa de Canales dice haber presentado testimonios de terceros, pero que no fueron tomados en cuenta.

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