La mayor parte de los suelos peruanos carece de nutrientes básicos como
zinc y hierro, necesarios para el óptimo desarrollo de los niños.
Salud en Casa.- Los fertilizantes cumplen un rol importante en la nutrición, ya que son
los responsables de facilitar la producción de la mitad de alimentos que el
mundo consume, así como de aportar a estos alimentos los nutrientes y minerales
necesarios para el óptimo desarrollo de las personas. La ausencia de estos
nutrientes causa problemas de crecimiento, debilidad muscular, osteoporosis y
diabetes, entre otras enfermedades.
En el Perú, la desnutrición crónica y la anemia afectan a miles de niños
peruanos. Según la última Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES), el
12,9% de los menores de cinco años de edad sufría de desnutrición crónica en
2017. En ese mismo periodo, la prevalencia de anemia en niños de 6 a 35 meses
de edad fue de 43,6%.
Leandro Stella, Gerente de Agronomía de Yara Perú, explica que, en este escenario, el uso de
fertilizantes especializados contribuiría a enfrentar los males que impiden el
normal desarrollo de los niños, ya que aportan nutrientes como el hierro y zinc,
indispensables para garantizar un adecuado crecimiento. “La mayoría de suelos
del Perú y el mundo tienen deficiencias de micronutrientes esenciales. El zinc,
por ejemplo, es vital para tener niños más grandes y con mayor desarrollo cerebral,
por lo que se debe garantizar su consumo en mujeres embarazadas e infantes. Por
su parte, el hierro es determinante para combatir la anemia”, precisó el experto.
Así mismo, explicó
que la calidad nutricional de los alimentos cosechados está directamente
relacionada con la preparación de la tierra. “Hay algunos alimentos con mayor
capacidad de absorción y concentración de nutrientes claves para el desarrollo
humano. Sin embargo, si no logramos que estos elementos estén disponibles, a través
de fertilización mineral balanceada, el alimento será pobre nutricionalmente”,
señaló.
Pese a ello, la mayoría de los agricultores nacionales utiliza fertilizantes
convencionales como la urea, el sulfato de amonio y el cloruro de potasio, los
cuales no aportan los nutrientes necesarios, generan altas emisiones de gases
de efecto invernadero y, en algunos casos, incluso, acidifican el suelo.
De acuerdo con Stella, esta situación es preocupante e innecesaria, pues
existen fertilizantes innovadores, que proporcionan elementos indispensables
para la salud humana, tales como el calcio, el zinc, el hierro y el manganeso. “Lamentablemente,
en el Perú, no aprovechamos al máximo estos beneficios porque esos productos están
gravados con el Impuesto General a las Ventas (IGV), lo que incrementa el costo de producción y genera que sean de difícil
acceso, sobre todo para los pequeños agricultores. Por ejemplo, los cultivos de
exportación (como la uva, la palta, los espárragos, la mandarina, entre otros)
tienen estándares de calidad muy altos, pero un costo de producción elevado,
por lo que son destinados a otros mercados”,
añadió el experto.
En ese sentido, Stella invita a las autoridades nacionales y a los
agricultores a revisar los mecanismos que permitan ampliar el acceso a esos
productos. “Con el uso de fertilizantes especializados, gana la población
porque consume alimentos más nutritivos; gana el agricultor al obtener más
cosechas y de mejor calidad; mejora la economía local al contar con
agricultores más competitivos; y gana el gobierno pues evita enfermedades
causadas por el déficit de nutrientes, con lo que reduce su gasto en salud
pública”, puntualizó.
¿Orgánico o mineral?
Los fertilizantes
pueden ser de origen orgánico o mineral y en muchos casos se generan dudas en
cuanto a su aplicación. Stella explica que la fertilización mineral permite
maximizar el rendimiento de los cultivos, gracias a su aporte de nutrientes de
origen natural, lo que incrementa la rentabilidad de los agricultores. Mientras
que los fertilizantes orgánicos mejoran las propiedades del suelo, los
fertilizantes minerales proveen los nutrientes que las plantas necesitan. En
ese sentido, una fertilización orgánica no sería suficiente por sí sola para
alcanzar los niveles de producción deseados, por lo que se deben adicionarse
fertilizantes minerales. Es decir, ambos son complementarios.
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