Ángel Alpaca tiene 80 años y le encanta bailar.
Salud en Casa.- Sea en Perú, su país natal, o en Cleveland, donde él y su esposa Raquel también han formado un hogar; Ángel se ha vuelto muy famoso por llamar la atención en la pista de baile, y por su personalidad contagiosa.
A menudo, él y su esposa, con quien está casado hace 43 años, acuden al Hispanic Senior Center, donde suelen bailar con agilidad un vals romántico, o incluso un huayno tradicional peruano. Esta es una de las cosas favoritas que hacen cuando están juntos.
"Es una forma de mostrar nuestro amor, de conectarnos", explicó Angel, a través de un intérprete. "Expresamos nuestros sentimientos a través del baile y el canto".
Sin embargo, hace un tiempo cuando se encontraba en Perú, Ángel tuvo que ser amputado de la parte inferior de su pierna izquierda, debido a complicaciones con la diabetes que padece y por la infección que había desarrollado. Por supuesto, él no estaba dispuesto a permitir esa pérdida, la cual lo alejaría de su amado pasatiempo.
En un principio, Ángel tenía una prótesis mal ajustada, por lo que buscó crear una él mismo, considerando que en su juventud había estudiado ingeniería y tenía nociones sobre cómo elaborar una.
En su continua lucha, él y su esposa Raquel regresaron a Cleveland en febrero, donde Ángel consiguió una nueva prótesis, mejor ajustada y fue remitido a Cleveland Clinic Rehabilitation & Sports Therapy en Lakewood YMCA para aprender a usarla.
Mary Yee, una asistente de terapia física que trabajó con Ángel durante los siguientes cinco meses, recordó con cariño su primera visita: "Él estaba en una silla de ruedas, sosteniendo su nueva pierna. Desde el principio, nos dijo que quería volver a bailar ".
Por supuesto, Ángel tuvo que acostumbrarse a caminar primero, antes volver a bailar. Durante sus visitas dos veces por semana, nunca dudó en hacer lo que Mary le prescribió y algo más.
"Él nos motivó", recordó Mary, quien trató a Ángel junto con su compañera de terapia Christine Donaldson. "Si le pedíamos que hiciera un ejercicio 20 veces, lo hacía 25. Ángel siempre nos inspiró para ayudarlo a pasar al siguiente nivel".
Como él explicó, siempre ha tenido la fuerza de voluntad para superar cualquier obstáculo, incluso aprendiendo a caminar y bailar de nuevo, a los 80 años: "No importa la adversidad, siempre hay que esforzarse. Ganar."
Y el momento ganador, para Ángel, Raquel, Mary y otras personas que fueron testigos de esta historia, ocurrió pocos meses después. Recargados con una grabación que incluía parte de su música favorita, los esposos Alpaca bailaron ante un público absorto y emotivo. Si bien la falta de flexibilidad en su tobillo significaba que Ángel no podía deslizarse por el suelo con su gracia habitual, su sonrisa orgullosa indicaba que sus meses de arduo trabajo habían valido la pena.
"Nos mostró que puede bailar de nuevo", comentó Mary. "Es muy gratificante ver a alguien lograr sus objetivos y ser autosuficiente".
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