La enfermedad de las encías
complica el estado de las personas hipertensas
Salud en Casa.- La mayoría de las
personas suelen creer que al no lavarse correctamente los dientes solo pueden
padecer de caries; sin embargo, esto no es del todo cierto pues la boca está
directamente relacionada con la salud general del cuerpo, por lo que cualquier
afección en ella generará daños en nuestro organismo y viceversa, como es en el
caso de las personas que padecen de hipertensión.
La hipertensión es la
elevación de los niveles de presión arterial de forma continua o sostenida, la
cual afecta a un porcentaje significativo de personas mayores de 25 años. De no
llevar un adecuado tratamiento puede desencadenar infartos, embolias, fallos
cardíacos y renales.
Cabe resaltar que la hipertensión
arterial no causa
directamente problemas bucales, pero si los medicamentos que se usan para
controlarla, entre los más frecuentes se encuentra la disminución de saliva que
causa sequedad bucal o xerostomía, que a la vez aumenta la incidencia de caries
y problemas periodontales; el sobrecrecimiento gingival y los trastornos en la percepción de sabores.
Las encías enrojecidas
y/o inflamadas, sangrado al cepillarse o al usar hilo dental; son indicadores
de gingivitis y si adicional hay pérdida de soporte óseo, retiro de encías y
aflojamiento de los dientes puede tratarse de periodontitis. Ambas son
enfermedades multifactoriales que se desencadenan por la acumulación de placa
bacteriana.
Es importante tener
en cuenta que la gingivitis y periodontitis tienen una relación muy cercana a
los problemas cardiovasculares por la facilidad de propagación de bacterias y
otros gérmenes, desde la boca a otras partes del cuerpo mediante el torrente sanguíneo.
Por ello, la Dra. Jubitza Loayza, periodoncista
y director médico de la Clínica Eurodent, recomienda:
-Realizar
una buena higiene dental. Los pacientes hipertensos deben recibir entrenamiento
por parte de su odontólogo mediante una técnica que consiste en movimientos de
arrastre en orden tanto de superficies externas e internas; utilizar elementos
auxiliares de higienización como un limpiador de lengua, hilo dental y cepillos
interproximales para completar la limpieza.
-Visitas periódicas
al dentista. Realizar un diagnostico del estado de las encías con el fin de
prevenir la aparición de enfermedades bucales o controlarlas, además de tomar
las medidas necesarias con el fin de evitar efectos adversos que repercutan en
la presión arterial.
-Mantener
una dieta equilibrada baja en sal, en donde se consuma alimentos saludables,
evitando el consumo de azúcares para reforzar las defensas del cuerpo y
prevenir infecciones bucales. Además, beber mucha agua para combatir la
sequedad bucal.
-Es
importante que el odontólogo y el médico tengan interconsultas constantes del
progreso de ambos problemas (bucales e hipertensión) para poder ser controladas
a la par y tener resultados más eficientes.
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