sábado, 28 de septiembre de 2019

El estrógeno actuaría protegiendo a las mujeres, al hacer que sus vasos sanguíneos se dilaten y mantengan un buen flujo de sangre al corazón; sin embargo esto cambia con la llegada de la menopausia.


Salud en Casa.- Si bien la salud difiere por el sexo de las personas, en temas del corazón, a las mujeres no les va tan mal. Gracias al estrógeno, hormona sexual femenina, ellas cuentan con una protección adicional que reduce el riesgo –en comparación a los hombres–  a sufrir enfermedades cardiovasculares.



El doctor Renzo Barbini, cardiólogo de SANNA Clínica El Golf, señala que ambos sexos cuentan con el mismo riesgo de padecer arritmia, valvulopatia y patologías vasculares, ya que los afectan los mismos factores: tabaco, colesterol alto, presión alta no controlada, obesidad, diabetes, falta de ejercicio, entre otros.


“Sin embargo, la suerte de la mujer es el efecto protector de los estrógenos. Por eso, en ellas se incrementan los infartos fatales después de los 60 años, ya que la menopausia reduce los estrógenos que producen y se desarrolla la arterioesclerosis tardíamente”, explica.


Aunque el mecanismo mediante el que las hormonas influyen en el corazón aún es desconocido, los estrógenos ayudan a la relajación de los vasos sanguíneos y hacen que el flujo de sangre sea mayor, lo que favorece en especial a aquellas mujeres que tienen vasos alterados, ya que a pesar de ello el flujo de sangre se mantiene y evita que el riego del corazón se vea afectado.


“La única variación (entre sexos) es la cardiopatía isquémica, que va desde angina hasta el infarto, cuyo riesgo se incrementa a partir de la menopausia. Por ello, cuando se ha intentado la terapia el reemplazo hormonal en mujeres que están en esta etapa, se ha registrado que en algunos casos disminuye el riesgo de padecer problemas al corazón”, señala.


Prevención
Para evitar tener un problema al corazón, el Dr. Barbini señala algunos consejos:


·         No fumar

·         Hacer ejercicios
·         Mantener peso adecuado (con una la circunferencia abdominal menor a 89cm)
·         Consumo moderado de alcohol y sal
·         Controles de la presión, colesterol y azúcar de forma constante después de los 40 años y después de la menopausia.


En el caso de los exámenes médicos, indica que deben ser anuales, a menos que se encuentren valores alterados, caso en el que debe hacerse un seguimiento más frecuente.


“Es mejor ir dos veces al médico para controlar colesterol, presión, otros factores de riesgo que dejarlo a la suerte. Debemos recordar que no hay síntomas, estos se presentan cuando ya hay un daño irreversible. Lo ideal es hacerte tu chequeo y si se presenta alguna anomalía, estos deben ser más seguidos para evitar problemas graves de salud”, finaliza.


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