martes, 10 de diciembre de 2019


 En Perú hay un total de 6,972 pacientes que están incluidos en lista de espera para trasplante de órganos y tejidos. El año pasado se realizaron 736 trasplantes, lo que significa que aproximadamente el 11% accede a esta oportunidad de vida, de acuerdo al Ministerio de Salud (Minsa).


Salud en Casa.- A diferencia de la cirugía abierta que requiere una incisión grande para acceder al hígado, el procedimiento laparoscópico se realiza con herramientas quirúrgicas y una cámara insertada a través de unos agujeros de media pulgada en el abdomen del donante vivo. Una vez que se disecciona la porción del órgano, el cirujano recupera el injerto a través de una pequeña incisión debajo del ombligo. 



La técnica mínimamente invasiva beneficia a la persona a experimentar una mejor recuperación postoperatoria y un retorno más rápido a la vida normal, menos dolor, cicatrices más pequeñas y un menor riesgo de hernia en comparación con la cirugía abierta tradicional.



Alrededor del cinco por ciento de las personas que se someten a un trasplante de hígado reciben el órgano de un donante vivo que ha tomado la decisión altruista de renunciar a una parte de su hígado para salvar la vida de otra persona. Siendo este órgano el único que puede regenerarse, lo que hace posible que una persona viva done una porción de su hígado. Cabe indicar, que este el tiempo para que el hígado vuelva a crecer a su tamaño original es de seis a ocho semanas.


“El aspecto más importante de un programa de trasplante de hígado de una persona viva es la seguridad del donante. Tenemos estrictos criterios y estándares de selección para determinar el mejor enfoque quirúrgico para ellos. Con la técnica laparoscópica, el donante obtiene los beneficios de una cirugía mínimamente invasiva, lo que resulta en un tiempo de recuperación postoperatorio más corto, menos dolor, mejores resultados cosméticos y menor riesgo de hernia”, dijo el Dr. Kwon, Director de Cirugía Laparoscópica de Hígado del Instituto de Cirugía y Enfermedades Digestivas de la Clínica Cleveland


Cabe resaltar, que el trasplante de hígado de una persona puede salvar a los pacientes enfermos antes de que se enfermen demasiado para un trasplante. Los pacientes en la lista de espera para recibir un hígado de un donante fallecido experimentan síntomas graves de afecciones hepáticas crónicas que afectan su función y calidad de vida.


Asimismo, los tiempos de espera más cortos, el trasplante de hígado de donante vivo ofrece numerosas ventajas para los receptores. La calidad del hígado es mejor, ya que los donantes vivos son adultos sanos que se han sometido a una evaluación médica exhaustiva.


Cabe resaltar que,Cleveland Clinic ha realizado con éxito la primera cirugía de donante vivo puramente laparoscópica. El instituto médico es el segundo centro médico académico de Estados Unidos que ofrece este enfoque para el trasplante de hígado de donante vivo





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