En Perú hay un total de
6,972 pacientes que están incluidos en lista de espera para trasplante de
órganos y tejidos. El año pasado se realizaron 736 trasplantes, lo que significa
que aproximadamente el 11% accede a esta oportunidad de vida, de acuerdo al
Ministerio de Salud (Minsa).
Salud en Casa.- A diferencia de la
cirugía abierta que requiere una incisión grande para acceder al hígado, el
procedimiento laparoscópico se realiza con herramientas quirúrgicas y una
cámara insertada a través de unos agujeros de media pulgada en el abdomen del
donante vivo. Una vez que se disecciona la porción del órgano, el cirujano
recupera el injerto a través de una pequeña incisión debajo del ombligo.
La
técnica mínimamente invasiva beneficia a la persona a experimentar una mejor
recuperación postoperatoria y un retorno más rápido a la vida normal, menos
dolor, cicatrices más pequeñas y un menor riesgo de hernia en comparación con
la cirugía abierta tradicional.
Alrededor del cinco por
ciento de las personas que se someten a un trasplante de hígado reciben el
órgano de un donante vivo que ha tomado la decisión altruista de renunciar a
una parte de su hígado para salvar la vida de otra persona. Siendo este órgano
el único que puede regenerarse, lo que hace posible que una persona viva done
una porción de su hígado. Cabe indicar, que este el tiempo para que el hígado
vuelva a crecer a su tamaño original es de seis a ocho semanas.
“El aspecto más
importante de un programa de trasplante de hígado de una persona viva es la
seguridad del donante. Tenemos estrictos criterios y estándares de selección
para determinar el mejor enfoque quirúrgico para ellos. Con la técnica
laparoscópica, el donante obtiene los beneficios de una cirugía mínimamente
invasiva, lo que resulta en un tiempo de recuperación postoperatorio más corto,
menos dolor, mejores resultados cosméticos y menor riesgo de hernia”, dijo el
Dr. Kwon, Director de Cirugía Laparoscópica de Hígado del Instituto de Cirugía
y Enfermedades Digestivas de la Clínica Cleveland
Cabe resaltar, que el
trasplante de hígado de una persona puede salvar a los pacientes enfermos antes
de que se enfermen demasiado para un trasplante. Los pacientes en la lista de
espera para recibir un hígado de un donante fallecido experimentan síntomas
graves de afecciones hepáticas crónicas que afectan su función y calidad de
vida.
Asimismo, los tiempos
de espera más cortos, el trasplante de hígado de donante vivo ofrece numerosas
ventajas para los receptores. La calidad del hígado es mejor, ya que los donantes
vivos son adultos sanos que se han sometido a una evaluación médica exhaustiva.
Cabe resaltar que,Cleveland
Clinic ha realizado con éxito la primera cirugía de donante vivo puramente
laparoscópica. El instituto médico es el segundo centro médico académico de
Estados Unidos que ofrece este enfoque para el trasplante de hígado de donante
vivo
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