jueves, 25 de junio de 2020

Las madres deben de saber que las preparaciones para lactantes no contienen los anticuerpos que hay en la leche materna.

Salud en Casa.- Dados los temores por contagio de COVID y la negligente recomendación sin sustento científico de algunos trabajadores de servicios de salud algunas madres están optando por alimentar a sus bebés recién nacidos con fórmulas artificiales antes que proveer de una lactancia materna a sus hijos sin considerar que se les está dejando de proveer al bebe de la mejor calidad de alimento existente, manifestó la nutricionista Erika Mora del Portal Salud en Casa.


“La lactancia materna es una de las formas más eficaces de asegurar la salud y la supervivencia de los niños. Combinada con la alimentación complementaria, la lactancia materna óptima previene la malnutrición y potencia el sistema inmunológico del lactante. Además, es la forma ideal de aportar a los niños pequeños los nutrientes que necesitan para un crecimiento y desarrollo saludables”, indicó.


Según la especialista las madres deben de saber que las preparaciones para lactantes no contienen los anticuerpos que hay en la leche materna. Si no se elaboran adecuadamente, conllevan posibles riesgos asociados al uso de agua insalubre y de material no esterilizado y así una posible presencia de bacterias en la preparación en polvo. No existe ninguna fórmula que sea totalmente inocua para el bebé, el único alimento libre de patógenos es la leche materna, sustancia que es tan rica en nutrientes y sustancias protectoras que es considerada “la primera vacuna” de la vida del bebé.




Inclusive en casos en que la madre sea diagnosticada con COVID, puede y debe dar de lactar ya que su leche será la mejor protección para su bebé en contra de enfermedades como esta o cualquier otra. En estos casos, se recomienda que la mamá cuente con todas las medidas de higiene y protección para prevenir el contagio y de ninguna manera poner protectores faciales ni mascarillas al bebé lactante.


Recomendaciones

Según Erika Mora,  el Organismo Mundial de la Salud (OMS) recomienda el calostro (la leche amarillenta y espesa que se produce al final del embarazo) como el alimento perfecto para el recién nacido, y su administración debe comenzar en la primera hora de vida. “Es inocua y contiene anticuerpos que potencian el sistema inmunológico para  proteger a los lactantes de enfermedades frecuentes de la infancia como la diarrea y asimismo evita que contraiga enfermedades respiratorias”.




“El único estímulo para aumentar la producción de leche es la succión, acorde con esto en la dieta de la madre debe aumentar su consumo de líquidos. Es importante mencionar que hasta el momento no existe evidencia de que exista algún alimento que aumente la producción de leche materna, pero si podemos mejorar su calidad de grasas (DHA) mediante el consumo de grasas saludables como pescados grasos, aceite de oliva, linaza y chía. La producción de leche implica un gasto extra de energía, que la madre debe cubrir con alimentos, con el fin de evitar el deterioro de su estado de salud y nutrición, y para ello mantener una alimentación balanceada durante el proceso de lactancia”, agregó.


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