El Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) no es una enfermedad exclusiva de los adultos, pues también afecta a bebés y a niños menores de 11 años.
Salud en Casa.- Según el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC Perú), solo en 2019 se registraron 109 niños entre 0 a 11 años con VIH, cuya transmisión ocurrió desde la madre durante la gestación, el nacimiento o la lactancia. En 2020 se detectaron cerca de 60 casos, y en lo que va de 2021, más de 20 nuevos casos. Estas cifras demuestran el impacto de la pandemia en la lucha contra esta enfermedad, dado que el diagnóstico de casos positivos con VIH se redujo en cerca del 80%.
Frente a esta situación, Paloma Pacheco, fundadora
de la ONG Una Vida por Dakota; institución que promueve
la importancia de la vacunación contra múltiples enfermedades en las
poblaciones más vulnerables del país, señaló: “es importante resaltar
que el VIH constituye un problema de salud pública, y que los niños infectados con
este virus tienen un alto riesgo de desarrollar
enfermedades infecciosas, graves, como la hepatitis A y
B, la varicela o la letal meningitis por meningococo, pero que podrían
prevenirse a través de la vacunación”.
En octubre de 2020 el Ministerio de Salud publicó
la
norma técnica que establece el tratamiento para niños, niñas y adolescentes que
viven con VIH, con el objetivo de contribuir en la reducción de la morbilidad y
mortalidad, así como mejorar la calidad de vida de estos pacientes. Dentro de esta normativa se contempló el Calendario de Inmunizaciones en niñas y niños con VIH, de 0
a 9 años, que debe aplicarse en los centros de salud pública especializados en
brindar tratamientos a este grupo vulnerable.
CALENDARIO DE INMUNIZACIONES EN NIÑAS Y
NIÑOS VIVIENDO CON VIH
·
Hepatitis B: previene la
hepatitis de tipo B, que es la inflamación del hígado. En algunos casos la
hepatitis B crónica aumenta el riesgo de contraer insuficiencia hepática,
cáncer de hígado o cirrosis en el futuro. La inyección se aplica en el brazo a
bebés recién nacidos.
·
Polio inactivada
(IPV): previene de la poliomielitis. Se trata de
una forma de vacuna inactivada (muerta) del virus y constituye un medio muy
seguro para inmunizar contra la enfermedad. Se recomiendan 4 dosis a los 2, 4,
6 y 18 meses, respectivamente, con 1 refuerzo entre los 4 y 6 años de edad.
·
DTPa: es una vacuna combinada que protege contra tres graves enfermedades
bacterianas: la difteria, la tos convulsiva y el tétanos. Debe aplicarse también
en 4 dosis a los 2, 4, 6 y 18 meses, respectivamente, con 1 refuerzo entre los
4 y 6 años.
·
Hib: previene de la Haemophilus influenzae tipo b,
que es una enfermedad grave causada por una bacteria y que se trasmite de
persona a persona a través de gérmenes respiratorios. Debe colocarse a los 2,
4, 6 y 18 meses, con 1 refuerzo entre los 4 y 6 años.
·
Neumococo conjugada: previene la otitis, meningitis y
neumonías graves. Los bebés y niños que viven con VIH normalmente necesitan
4 dosis a los 2, 4 y 12 meses de nacidos.
·
Influenza: previene la influenza estacional. Se debe colocar a través de 2 dosis, a los 2 y 7 meses de
nacidos. Luego, una vez cada año.
·
Meningitis: previene la meningitis por meningococo, una inflamación del
tejido que rodea el cerebro y médula espinal, y puede causar la muerte en
apenas 24 horas. El riesgo y letalidad de la enfermedad meningocócica
invasora en pacientes con VIH, es mayor que en la población general, incluso recibiendo tratamientos antirretrovirales (TAR). Debe colocarse mediante 2 dosis a los 9 y 12 meses de
nacidos.
·
Hepatitis A: previene la hepatitis de tipo A y se debe aplicar en
el brazo a los 12 y 18 meses.
·
VPH: previene contra el Virus del Papiloma Humano, principal
causante del cáncer de cuello uterino. También causa cáncer de garganta, ano,
vulva, vagina y pene. Se aplican a los 9 años a través de 2 dosis, con un
intervalo de 6 meses.
Asimismo, el esquema contempla las vacunas contra
la BCG, que protege de la tuberculosis infantil y meningitis tuberculosa para
los recién nacidos; el rotavirus, que previene diarreas en niños pequeños, recomendada
a los 2 y 4 meses, y las vacunas SPR, contra el sarampión, las paperas y la rubéola, y varicela que
se aplicarían a los 12 y 18 meses cada una; sin embargo, al ser agentes vivos
atenuados, deben colocarse previa autorización del médico tratante y si no hay
inmunodeficiencia severa.
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