jueves, 24 de marzo de 2022

 Especialistas señalan que la visita oportuna al urólogo facilita el diagnóstico y tratamiento de patologías que afectan al aparato urinario.



Salud en Casa.-
En los adultos, la visita al urólogo ocurre cuando se siente un malestar en la zona o como parte de una evaluación preventiva de rutina. En cambio, en niños pequeños que no se pueden comunicar no es tan sencillo identificar si las molestias se dan por un problema urológico o por otras causas, por lo que se debe contar con la ayuda de un especialista.



En palabras del Dr. Jonathan Vasquez, urólogo de Urozen, los urólogos pediátricos son cirujanos que están capacitados para diagnosticar, tratar y manejar problemas urinarios y genitales en los niños. Existen diversas razones para visitar al urólogo pediatra, como los procedimientos de circuncisión, en recién nacidos, las cirugías por fimosis o las afecciones relacionadas con el tracto urinario. El abordaje se hace de la mano con instrumentos y equipos diseñados para atender al menor.



Son muchas las enfermedades por las que los niños pueden acudir a un centro urológico especializado, en ese sentido el Dr. Vasquez lista, a continuación, las más comunes:






1.    Fimosis. Se produce cuando el orificio del prepucio, la piel que recubre al pene, es muy estrecho para dejar salir el glande. Esta condición causa dificultades para miccionar. Se estima que en el 95% de los recién nacidos es difícil la retracción prepucial. A los 6 meses solo el 20% de los prepucios son retráctiles, al año el 50% son retráctiles y a los 3 años más del 90% son retráctiles.

 

2.    Infecciones urinarias. Las infecciones en el tracto urinario son frecuentes en los infantes. Se producen cuando las bacterias ingresan a la vejiga. En los lactantes pueden presentar fiebre o vómitos. Cuando son repetidas puede ser indicativo de alguna malformación urinaria.

 

3.    Malformaciones genitales congénitas. Por lo general, son causados por niveles anormales de las hormonas sexuales durante el desarrollo fetal, por factores hereditarios o ambientales, como fármacos. Los especialistas realizan una exploración clínica, pruebas de diagnóstico y análisis integrales.

 

4.    Varicocele. El varicocele es el agrandamiento de las venas que se encuentran dentro del escroto, que sostiene los testículos. En niños suele ser asintomático, pero puede manifestarse con dolor testicular, aumento de volumen de nivel escrotal o presión abdominal.

 

5.    Criptorquídea. Sucede cuando uno o ambos testículos no bajan al escroto antes del nacimiento. Si bien los testículos no descendidos pueden estar sanos y funcionar normalmente, en su mayoría no se desarrollan correctamente. El médico evaluará el tratamiento más adecuado para el caso particular del paciente.



“Los niños no siempre están en la capacidad de responder a preguntas médicas o colaborar durante un examen, por ello los urólogos pediátricos se preparan para enfocar su atención en las necesidades especiales de los infantes y sus padres a fin de crear un entorno cómodo y de confianza para el menor”, finaliza el especialista.

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