Salud en Casa.- Los riñones son órganos vitales para la salud de las personas y es primordial conocer su importancia y saber cómo cuidarlos.
Estos tienen un papel fundamental en la regulación interna del organismo, a través de las funciones excretoras, metabólicas y endocrinas. Asimismo, filtran fluidos y solutos. Algunos de los riesgos de que no funcionen correctamente son:
- Tener una menor respuesta inmunitaria, lo que facilita contraer infecciones.
- Retención de líquidos, que podría provocar hinchazón en las extremidades o líquido en los pulmones.
- Desnutrición y anemia.
- Incremento repentino en los niveles de potasio en la sangre, que podría afectar la capacidad del corazón para su correcto funcionamiento.
- Complicaciones del embarazo que implican riesgos para la madre y el feto en desarrollo.
- Debilidad en los huesos y mayor riesgo de fracturas.
- Daño irreversible a los riñones, que tarde o temprano requiere diálisis o un trasplante de riñón para sobrevivir.
Las causas más comunes para que estos órganos tengan alguna deficiencia en su funcionamiento son la diabetes; la obesidad; la presión arterial alta; los trastornos genéticos que producen el crecimiento de varios quistes en los riñones; enfermedad poliquística renal; infección por fármacos que son tóxicos para los riñones; toxicidad por metales pesados, como el plomo, etc.
El docente de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UTP, David León, explica que “las enfermedades más comunes en los riñones son: insuficiencia renal, infecciones renales, tumores renales, litiasis o cálculos renales. Sin embargo, con un estilo de vida saludable se pueden evitar”. Por lo que recomienda los siguientes consejos para mantener sanos estos órganos:
Tener un peso saludable. Una de las causas de la enfermedad renal crónica es la obesidad, porque induce y empeora la diabetes y la hipertensión, que son dos de los principales factores de riesgo. Además, puede causar daño renal al someter a los riñones a una mayor carga, ya que, a mayor peso, hay más necesidad de función renal. Por lo que cuidar este aspecto es esencial.
Realizar actividad física. El sedentarismo en uno de los impulsores que contribuye al desarrollo de factores de riesgo en la salud de los riñones. Por lo que es recomendable realizar actividad física a diario y hacer ejercicio físico de 3 a 4 días a la semana.
Cuidar la alimentación. Es importante llevar una alimentación equilibrada con alimentos nutritivos y con bajo contenido en sodio. Se debe moderar el consumo de sal en la dieta, consumir diariamente raciones de frutas y verduras, evitar alimentos procesados, incluir fuentes de omega 3 e incorporar proteínas, alternando el pescado, los huevos y las legumbres.
Controlar la presión arterial. La presión arterial alta, también conocida como hipertensión, puede provocar daño en los riñones y con ello insuficiencia renal crónica. Por lo que controlarla reduce el riesgo de dichas dificultades.
Mantener los niveles de colesterol dentro del rango permitido. Los pacientes con colesterol alto tienen mayor riesgo de sufrir daños o enfermedades en los riñones. Por lo que es esencial evitar en la dieta los alimentos con grasas saturadas como las carnes rojas o los lácteos enteros y las grasas trans, presentes en margarinas, galletas y pasteles, etc.
Controlar el nivel de glucosa en sangre. La diabetes es una de las principales causas de daño en estos órganos. Esta enfermedad se desarrolla cuando el nivel de glucosa en la sangre, es decir de azúcar, se encuentra muy elevado. Por lo que se debe controlar la ingesta de carbohidratos; elegir alimentos con un índice glucémico bajo; controlar el nivel de estrés, entre otras acciones.
No fumar. Consumir cigarros es altamente dañino, no solo para los pulmones, sino también para los riñones. Fumar causa hipertensión arterial, la cual produce hipertensión en el glomérulo, que es la estructura filtrante del riñón. Debido a esto hay una hiperfiltración en dicha estructura, causando sobrecarga y daño en estos órganos.
Realizarse chequeos médicos periódicos. Es importante acudir a realizarse chequeos médicos cada cierto tiempo. El periodo va a depender de la edad, el género o si se cuenta con factores de riesgo. Gracias a estas revisiones se pueden detectar a tiempo algunas de las causas de daño a los riñones y prevenirlos. Asimismo, si se cuenta con síntomas como fatiga o cansancio excesivo; sangre en la orina o cambios en su densidad o color, o retención de líquidos lo recomendable es acudir a un nefrólogo para descartar patologías renales.
Beber agua. Esto es muy importante, debido a que el agua contribuye al correcto funcionamiento de los riñones. Estos órganos la necesitan para tener los suficientes fluidos y poder purificar los residuos y transportar la orina a la vejiga. Por otro lado, se deben evitar las bebidas alcohólicas y gaseosas, porque ayudan a incrementar la insuficiencia renal.
Tomar atención a las medicinas. Se debe tener precaución con el uso de determinados medicamentos que pueden dañar la función renal, como los antiinflamatorios. Además de ello, no se deben consumir suplementos dietéticos y plantas medicinales diuréticas sin ser indicados por un profesional de la salud.
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