lunes, 14 de marzo de 2022


Salud e
n
 Casa.- Las pataletas o rabietas que los niños hacen el primer día de clases son expresiones de su angustia y ansiedad cuando asocian el ingreso a la escuela como la separación entre ellos y su familia, señaló hoy la sicóloga del Portal Salud en Casa. Rosa Tenazoa.


Anotó que esta separación puede ser percibida por el niño como pérdida o abandono, por lo que es normal que los primeros días experimenten una sensación de angustia, que expresará de esa forma.   

"En la escuela, el niño pasará a un medio donde va a relacionarse con el maestro o maestra y con sus iguales, lo que le puede ocasionar un conflicto porque va a tener que aprender a compartir objetos y espacios, además de un sentimiento de competitividad que antes no había experimentado, que si no se conducen correctamente podría repercutir en la conducta del menor", comentó. 


La especialista señaló que padres y educadores deben trabajar coordinadamente para favorecer una buena adaptación a la escuela, manejándolo con tranquilidad y afecto, favoreciendo un ambiente cálido y seguro para el niño, que hará que la conducta inadecuada de hacer rabieta vaya disminuyendo. 
 

"El niño con rabieta está demostrado angustia  y deseo de no estar en ese lugar. Es importante que los padres y educadores sepan que las reacciones más comunes de los niños ante la separación son el llanto, confusión y extrañeza, desinterés, apatía, demanda continua de afecto, cambios en el patrón de sueño o alimentación”, manifestó.  

Consideró que en ese caso lo mejor es hablar con tranquilidad y afecto, lo que no significa dejar de ser firmes y cumplir lo que tenemos planificado “como una forma de asumir este momento de confusión y adaptación frente a la nueva etapa que enfrenta el niño”.

"No se debe confundir firmeza con agresividad o autoritarismo, si levanto la voz y demuestro cólera o vergüenza por la rabieta del niño,  no estoy siendo firme; por el contrario estaré incrementando su angustia, y, en caso de acceder a su deseo, aumentando la posibilidad de que la rabieta se repita o crezca", señaló.

“Tras una separación ya sea por el ingreso al colegio, el trabajo de la madre, hospitalizaciones u otros, el niño se hace más dependiente y quiere estar más cerca de sus padres. Si el padre o madre lo acompaña al menos el primer día de escuela, y le explica con afecto que lo recogerán a la hora de salida del colegio, poco a poco acabará superando su inseguridad”, refirió.

Una pataleta o berrinche no controlado a tiempo causará problemas en la vida del niño, pues en algún momento en el mundo exterior alguien les pondrá los límites y tal vez no de manera afectiva.

Es importante que como una preparación previa los padres procuren instaurar en el niño confianza, seguridad y respeto hacia el centro educativo y los profesores, dándole una valoración positiva a la escuela y al hecho de que comienza una nueva etapa de aprendizaje en conocimiento y valores. 

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