miércoles, 27 de abril de 2022

 La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que 65 decibeles (dB) es el nivel óptimo para el oído humano sin ocasionar ningún daño al conducto auditivo.



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 Casa.- Existen una serie de oficios cuya labor debe desempeñarse en lugares donde impera el ruido. Una exposición que induce a problemas auditivos desde mareos, dolor de cabeza, sensación de pitidos y zumbidos en los oídos, pérdida del equilibrio y disminución progresiva de la capacidad de escuchar.

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que 65 decibeles (dB) es el nivel óptimo para el oído humano sin ocasionar ningún daño al conducto auditivo. A partir de este nivel cualquier sonido pone en riesgo las estructuras del oído. Por ejemplo, una avenida de alto tránsito supera los 100 decibeles, el interior de una discoteca alcanza los 110 decibeles y el sonido de un taladro bordea los 120 decibeles.

 

Luis Verástegui Barahona, especialista en audiología, señala que, en ambientes laborales de alta contaminación sonora, por lo general los trabajadores no hacen referencia al ruido excesivo y peligroso que tiene su área de trabajo. Se trata de lugares donde se compromete la salud auditiva y en donde el personal permanece como mínimo 8 horas diarias y muchas veces sin usar ningún tipo de protector.

 

“La exposición a niveles de ruido por encima de los 65 decibeles y durante largos periodos de tiempo es perjudicial para la salud auditiva. Cuanto más elevado ruido y más tiempo el trabajador esté expuesto, mayor es el daño y más acelerado el envejecimiento irreversible de las células que conforman este sistema” afirma Verástegui Barahona, director del centro audiológico AudiPhone.

 

Es por ello, que es importante reducir el tiempo de exposición y alejarse lo más distante posible de toda fuente de sonido que perturba al oído. Así también, es recomendable el uso de amenguadores de sonido para amortiguar la sobreexposición a sonidos elevados. Estos dispositivos hechos de silicona y a precios económicos, logran disminuir el ruido hasta en un 70%.

 

A propósito del Día Mundial del Trabajador (1 de mayo), el centro audiológico AudiPhone ha elaborado una lista de las siete profesiones u oficios más peligrosos para la salud auditiva.




 

1. Personal aeroportuario

El ruido que generan los aviones al despegar y aterrizar supera los 140 decibeles. Si bien todo el personal está expuesto, entre pilotos, aeromozas, despachadores de vuelos y técnicos, son los controladores de tráfico aéreo los que tienen más probabilidades de desarrollar pérdida auditiva y en corto tiempo.

 

2. Taxistas

En nuestro país, un conductor de taxi labora entre 10 a 14 horas diarias. Durante este tiempo sus oídos quedan en riesgo por el ruido de los motores de los autos y el claxon, cuya contaminación sonora bordea los 100 decibeles en las denominadas “horas punta”.

 


3. Músicos.

Los músicos conviven a diario con altos niveles sonoros que van entre los 80 y 110 decibeles debido a los instrumentos musicales y parlantes a alto volumen que utilizan en sus ensayos y presentaciones. En esta lista también figura todo el personal que labora junto a ellos en discotecas, conciertos y centros de diversión.

 

4. Repartidores motorizados

El ruido que bordea una motocicleta está en los 95 decibeles. A este factor hay que sumarle el bullicio de las calles y “la fuerza del viento”, elementos que ponen en riesgo la salud auditiva de los motociclistas. Un sector atendido mayormente por jóvenes.

 

5. Mineros

El proceso de extracción del material dentro de una minera y el uso de herramientas eléctricas o maquinarias es una tarea que implica ruidos a alto nivel. Se estima que en estos campos de trabajo el ruido ambiental supera los 135 decibeles.

 

6. Obreros de construcción

Trabajar con maquinaria pesada o liviana en la industria de la construcción es una faena muy ruidosa. Los taladros, por ejemplo, se sitúan entre las herramientas de mayor uso y generan un ruido mayor a los 120 decibeles.

 

7. Profesores

Con el retorno a las clases presenciales, vuelve también el bullicio a los salones de clases. Los profesores están expuestos a los gritos por los juegos de los niños, principalmente los de inicial y primaria. Se estima que un salón de clase de este nivel alcanza los 85 decibeles. El riesgo auditivo de este sector aumenta por el uso de parlantes y música a alto volumen en las actuaciones escolares.

 

El centro audiológico AudiPhone es pionero en el diagnóstico y adaptación de prótesis auditivas. Tiene más de 22 años de experiencia en el tratamiento auditivo de niños, adultos y adultos mayores. Mayor información a la Central telefónica: 983 402 173 / Facebook: AudiPhone.

 

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