lunes, 20 de junio de 2022

 


Salud e
n
 Casa.- Es uno de los momentos más difíciles que los padres de un niño con cáncer deben enfrentar: decirle a su hijo de su diagnóstico y que vivirá una serie de cambios inesperados.

 

Los niños menores de 2 años solo entienden lo que pueden ver y sentir, en esta edad se puede crear una historia referida a la situación.

 

«Lo más difícil es hacer que tomen las medicinas, esto se puede solucionar haciendo juegos para que el pequeño se distraiga. Esto hará que tomar el medicamento no sea un momento desagradable”, comenta Ángela Naraza, psicóloga especialista voluntaria de Magia, asociación que trabaja por los niños con cáncer.

 

Entre los 2 y los 7 años los pequeños pueden entender mejor las cosas, siempre y cuando se usen palabras que estén a su nivel. Lo que más les asusta es estar lejos de casa por los tratamientos y el dolor que pueda causar este. Está bien que el niño muestre sus emociones, llore, se enoje o haga muchas preguntas.

 

«En esta edad los niños son muy observadores y preguntan todo aquello que ocurre a su alrededor. Se debe explicar de manera simple y hacer sentir que los doctores están trabajando para que se mejore», comenta Naraza.

 

Hasta los 12 años ellos entienden las situaciones que viven y pueden comprender que el tratamiento es para que puedan recuperar su salud.

 

«Los niños en esa edad pueden buscar información en internet, esta acción debe ser guiada porque hay muchos datos que pueden ser engañosos y se deben evitar. Es importante que el niño esté presente en las charlas que el doctor autorice para que sienta que también está siendo parte del proceso de decisiones», señala la especialista de Magia

 

Desde los 12 hasta los 16 años la información debe ser clara y concreta, los padres deben conversar e informarles de todo. En esta edad los niños y adolescentes ya tienen clara la idea que tendrán un tratamiento, que no será fácil, pero que ayudará a que su cuerpo sane.

 

 «Es ideal que en este periodo la relación de padres e hijos sea sincera, sin tratar de esconder lo que está ocurriendo, pues el niño o adolescente puede descubrir información al respecto y los padres perderán credibilidad frente a su hijo», concluye la psicóloga.

 

ACERCA DE MAGIALa Asociación de Voluntarias por los Niños con Cáncer – Magia, trabaja para que ningún niño con cáncer se quede sin tratamiento por falta de recursos económicos, cubriendo medicinas, prótesis e insumos médicos. Magia, además, tiene un albergue llamado Casa Magia que se convierte en un hogar para los niños que se trasladan a Lima desde el interior del país para llevar un tratamiento que les permita poder superar el cáncer.

 

Magia también recibe donaciones en su página web  www.lamagiacuraelcancer.com o vía Yape al número 946 493 104. 

Puedes ingresar a www.lamagiacuraelcancer.com y conocer más de su labor. 


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