viernes, 30 de diciembre de 2022


Agencia Andina.- 
Una de las tradiciones por Año Nuevo es brindar con una copa de champagne o vino a la medianoche; sin embargo, las personas que están medicadas deben tener especial cuidado al momento de consumir bebidas alcohólicas porque puede aumentar o disminuir sus efectos.


Así lo advirtió el doctor Elmer Huerta al señalar que las personas que tienen diabetes, presión alta, cáncer, alergias, ansiedad, depresión u otra enfermedad que requiere de medicación, deben evitar el consumo de alcohol durante estas fiestas.

Asimismo, indicó que la combinación de bebidas alcohólicas con medicinas puede producir dos tipos de interacciones. La primera es que el alcohol va a interferir con el metabolismo del medicamento y, por lo tanto, va a impedir que la medicina funcione bien; en algunos casos hasta anulará completamente sus efectos.



Explicó que tanto la medicina como el alcohol se metabolizan en el hígado. En el caso de tomar ambos casi al mismo tiempo, el órgano estará ocupado procesando el alcohol e impedirá que la medicina funcione correctamente.

La segunda interacción es cuando el alcohol potencia los efectos del medicamento que se está tomando. En este grupo se encuentran los sedantes, ansiolíticos o barbitúricos.

“Una sola copita de brindis de Año Nuevo para las personas que están tomando medicamentos podría ser aceptada, excepto para aquellas personas que estén usando sedantes, ya que puede tener un aumento de acción sedante y quedarse dormido”, agregó en RPP. 

En ese sentido, advirtió que las personas que consumen este tipo de medicamentos y toman alcohol pueden quedarse dormidas conduciendo un vehículo y sufrir accidentes, terminado con consecuencias fatales.



Es necesario remarcar que esta situación se produce cuando la persona ingiere alcohol de manera esporádica, por ejemplo, en una fiesta o evento social. En cambio, cuando se bebe en forma crónica y se toma medicamentos, inmediatamente el paciente debe acudir con un médico para un consulta especializada.

“Para las personas que no toman alcohol, tienen enfermedades y usan medicamentos, una copita a la medianoche no les va a ocasionar ningún problema. Excepto en aquellos que están usando un barbitúrico o sedantes”, recalcó.

Por último, anotó, lo que genera más problemas no es el tipo de bebida, sino la cantidad de alcohol, por lo tanto las bebidas con mayor graduación alcohólica son las que mayor interacción tienen con el medicamento.

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