Los menores crecen a expensas de adoptar patrones de vida superficial,
priorizando lo material, con carencia de valores morales y limites.
Salud en Casa.- Luego del cruel asesinato cometido por el
joven Marco Arenas
Castillo hacia su madre, María Rosa Castillo, nuevamente se pone en debate la
situación violenta en nuestra sociedad donde muchos hijos atentan contra la
vida de sus padres o viceversa. Esta situación aumentará debido a que muchas
familias en nuestros país son disfuncionales, alertó el Dr. Víctor Alcázar
Mendoza, médico psiquiatra del Hospital Hermilio Valdizán.
“La personalidad disocial o delictiva
como se mencionó tiene orígenes hereditarios y del entorno, siendo apreciables
en forma progresiva desde corta edad, por ejemplos en menores que demuestran
constante desacato a las normas sociales, robo, peleas, manipulación, mentiras,
crueldad hacia animales, impulsividad, etc. Y no son debidamente orientados por
los padres o no se les brinda la debida atención especializada, a su vez estas
alteraciones de la conducta son proclives a asociarse al consumo de sustancias
las cuáles potencian las conductas inadecuadas o sirven de vehículo para
realizar actividades delictivas mayores.
Según el especialista lamentablemente en los casos
revisados donde se llegó a un trágico desenlace se presentaron factores comunes
como la ausencia parental, disfunción y violencia familiar, pobre supervisión y
aplicación de pautas de crianza dirigidas a valores. “Los menores crecen a
expensas de adoptar patrones de vida superficial, priorizando lo material, con
carencia de valores morales y limites, lo cual incrementa su proclividad al
abuso o dependencia de drogas y a la
adopción de estilos de vida no saludables, sin internalizar conductas de
superación por propio esfuerzo”, precisó.
“Es importante señalar que estas personas son
conscientes de sus actos, puesto que la personalidad disocial o la llamada psicopatía no es una
enfermedad mental (ejemplo: Esquizofrenia) frecuentemente debido a lo
impredecible y sorpresivo actuar se les relaciona a enfermedades mentales, sin
embargo estas personas actúan a sabiendas de lo que cometen organizando,
planificando sus actos delictivos, manipulando
a otras personas, etc. , con la finalidad de obtener ganancias
personales o satisfacer deseos egoístas, muchas veces sin importarle las
consecuencias, ni la vida de los demás”.
Recomendaciones
Para Víctor Alcázar es importante
conocer mejor a las personas, no dejarse llevar por las apariencias y no
tolerar ni encubrir conductas inadecuadas o que falten las normas morales y
sociales inclusive desde la infancia, son medidas inmediatas adoptar frente a
personas mal intencionadas que pueden acercársenos sin develar sus verdaderas
intenciones.
“Asimismo una adecuado asesoramiento
psicológico y psicoterapéutico puede orientarnos en la detección de este tipo
de trastornos en la familia o entorno, principalmente en la prevención mediante
una mejor aplicación de pautas de crianza en nuestros hijos”, agregó.
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