El diagnóstico a tiempo, así como el control adecuado de los niveles de glucosa, es decisivo para preservar la visión del deterioro irreversible que puede causar esta enfermedad
Salud en Casa Perú.- Muchos peruanos desconocen que las alteraciones vasculares producidas por la diabetes hacen que entre un 10 y un 20 por ciento de los casos se produzca la retinopatía diabética, una afección en el ojo que progresivamente, va causando un daño que puede tornarse irreversible y llevar a la ceguera, alertó el Dr. Francisco Cirineo Moscoso, cirujano oftalmólogo de la Clínica de Ojos Ñahui.
“Sin embargo, la retinopatía diabética en la actualidad cuenta con varias modalidades de tratamiento que, conjuntamente con el control clínico integral del paciente en cuanto a sus factores de riesgo, logran evitar la progresión de las lesiones en la retina e incluso revertirlas, siempre y cuando el problema sea diagnosticado a tiempo, y esto significa, generalmente, antes de que las lesiones oculares se manifiesten como problemas en la visión”.
Según el especialista el riesgo de desarrollar retinopatía también depende de la cantidad de años de evolución de la diabetes, de manera que en el momento del diagnóstico de la misma, tan solo el 5% de los pacientes la presentan; a los diez años, ese índice puede ser del 40-50%, y a los 20 años el porcentaje de pacientes diabéticos con retinopatía puede alcanzar el 90%.
“Sin embargo conviene saber que el riesgo de retinopatía se puede reducir en gran medida mediante al buen chequeo de la enfermedad, de modo que si el control de la glucemia y de la presión es adecuado el riesgo de presentar afectación ocular es mucho menor”, indicó.
Para Francisco Cirineo es importante saber que si se diagnostica la retinopatía en fases iníciales puede ser tratada y el riesgo de llegar a perder la visión es mucho menor. “Es por ello que se aconseja realizar revisiones oculares a todos los diabéticos tipo 2 desde el diagnóstico y a los tipo 1 a partir de los cinco años desde el diagnóstico. Estas revisiones deben incluir la exploración de la agudeza visual, la presión intraocular y el examen del fondo de ojo, para observar cómo está la retina”.
“Las personas con diabetes no deberían esperar a tener dificultades visuales para concurrir al oftalmólogo a hacerse un examen de retina. El diagnóstico a tiempo, así como el control adecuado de los niveles de glucosa, es decisivo para preservar la visión del deterioro irreversible que puede causar esta enfermedad, y mejora el pronóstico de los tratamientos”, agregó.
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