lunes, 10 de febrero de 2014

En verano, estas bebidas pueden ocasionar mayor deshidratación. No olvide que lo más saludable es ingerir mucha agua y jugos de frutas o verduras.
        
Suplemento Domingo.- Cuando el calor agobia y la sed arrecia el consumo de bebidas gaseosas y jugos envasados se multiplica, pero lo que muchos desconocen –según alerta la nutricionista Jimena del Pozo Jacobs– es que estos líquidos pueden afectar nuestro organismo, ocasionándole serias complicaciones.
 
“Por medio de la sudoración se pierden agua y electrolitos, y en verano la pérdida de estos es mayor. Para evitar la deshidratación es importante hidratarnos adecuadamente. Lo mejor será tomar mucha agua, refrescos o jugos de frutas y consumir frutas y  verduras. Recuerde tomar en cuenta la higiene y el uso de agua hervida, para evitar problemas de salud como diarreas y vómitos”, advierte la especialista del portal “Salud en Casa”. Según Del Pozo, muchos consumimos erróneamente gaseosas, pensando que estas calmarán nuestra sed.
 
“Grave error, porque estas bebidas aparte de darnos calorías vacías por el exceso de azúcar, causarán a la larga sobrepeso. Las gaseosas contienen sustancias dañinas para nuestro cuerpo, como el benzoato de sodio, que incrementa el sodio de la dieta y disminuye la absorción del potasio en el cuerpo. Esto no permite un buen recambio hídrico en el cuerpo”, explica.
 
Estos productos contienen cafeína, una sustancia que actúa como diurético y que por tanto genera mayor pérdida hídrica. También poseen altos niveles de ácido fosfórico, que puede ocasionar descalcificación y cálculos renales por el exceso de azúcar. Su consumo continuo aumenta la probabilidad de desarrollar diabetes y dislipidemias. De igual forma, las bebidas rehidratantes han sido creadas para deportistas. Las personas que no realizan ejercicios intensos deberían abstenerse de tomarlas, ya que podrían dañar sus riñones con el tiempo.
 
Tomar una gran variedad de bebidas es un hábito que ayudará a conservar la cantidad de líquidos que nuestro cuerpo necesita. Según la nutricionista, las personas más propensas a sufrir deshidratación en el verano son los niños, las madres lactantes y los adultos mayores.
 
“Los niños son muy activos y sus cuerpos están compuestos en un 80% de agua (el adulto tiene 60-65% de agua corporal), es por eso que los niños requieren un mayor recambio hídrico. Las madres lactantes requieren también mayor cantidad de líquidos para producir leche materna”, asegura.
 
Tenga en cuenta
 
Es necesario beber 2.5 litros de agua, consumir tres frutas y dos tazas de verduras al día. La actividad intensa demanda 0.5 lt de agua por cada hora de trabajo.

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