Este trastorno puede
detectarse desde la adolescencia que es la edad en donde las personas están más
al tanto de su imagen personal y aceptación social llegando a desarrollar estos
cuadros hasta la adultez.
Salud en Casa.- Ahora que estamos en verano,
muchas personas con el objetivo de verse con un mejor aspecto
físico o
porque están descontentos con su contextura se enfrascan en una serie de
ejercicios extenuantes y una serie de suplementos nutricionales con el afán de
lograr una figura ideal, lo que muchas veces se vuelve una obsesión desmedida
que puede perjudicar su salud, manifestó la psicóloga Lorena Pastor del portal
Salud en Casa.
“La vigorexia es una
enfermedad de la salud mental, que comprende una serie de síntomas obsesivos,
como la distorsión de la imagen corporal, compulsiones, alteraciones de la
conducta alimentaria y disfunción notoria de la vida personal, familiar y hasta
laboral de estas personas y trastornos
de la conducta alimentaria.
Según la especialista, se le
compara como una forma inversa de anorexia, donde las personas que la
padecen se perciben delgados o
imperfectos, o excesivamente débiles, o con una masa muscular insuficiente para
ellos; lo cual es más frecuente en varones que en mujeres.
“El perfil de una persona
que presenta este trastorno incluye una clara obsesión por un cuerpo musculoso,
pero al extremo, ya que aunque ya lo haya conseguido, su visión esta tan
distorsionada, que frente al espejo sigue viéndose débil, una total baja
autoestima, entrenamiento con dedicación compulsiva y casi exclusiva, dejando
de lado otros asuntos y eventos de orden social, laboral y cultural, tendencia
a la automedicación y una dieta muy alta en proteínas, en la mayoría de los
casos la dieta va complementada con productos anabólicos y esteroides”.
Complicaciones
en nuestro organismo
Por su parte la
nutricionista Jimena del Pozo Jabos, del Portal Salud en Casa , sostuvo que el
exceso de pesas en el gimnasio o la sobrecarga genera un efecto negativo en los
huesos, tendones, músculos y las articulaciones, sobre todo de los miembros
inferiores, hasta con desgarros y esguinces. En cuanto a la alimentación,
genera otro efecto negativo para la salud, porque se consume una dieta muy
elevada en proteínas para favorecer el desarrollo muscular, esto podría generar
problemas al riñón a largo plazo y desórdenes metabólicos.
“La consecuencia del uso de
anabólicos producen muchos trastornos en el organismo como masculinización e
irregularidades del ciclo menstrual en las mujeres, acné, problemas cardíacos,
atrofia testicular, disminución de la formación de espermatozoides y retención
de líquidos, entre otros. Es importante tener en cuenta que estas drogas no
aumentan la fuerza muscular, la agilidad ni la resistencia.
Para Jimena del Pozo la
población más susceptible con este
problema son aquellos hombres de entre
18 a 35 años. “En el tratamiento debe existir un apoyo familiar y social que cumplen
un papel muy importante. Se debe brindar apoyo cuando se empieza a reducir los
ejercicios, al igual al modificar el plan nutricional”.
0 comentarios:
Publicar un comentario