viernes, 16 de octubre de 2020

 Un pan francés aproximadamente aporta 120 calorías.



Salud en Casa.- 
Con motivo del Día Mundial del Pan, es necesario desmitificar ciertos prejuicios de tan importante alimento, el cual es rico en carbohidratos, de fácil acceso y bajo precio. Y que se puede encontrar en diversas presentaciones y preparaciones.


“Las recomendaciones nutritivas establecen que los carbohidratos deben suponer como mínimo el 50% del valor energético total de la dieta. Debido a la creencia de que los hidratos de carbono engordan y carecen de importancia nutritiva, su consumo es insuficiente. Sin embargo, estos alimentos son fundamentales y deben consumirse en todas las comidas del día”, manifestó la nutricionista Georgina Fresia Ríos  de Salud en Casa. 


De acuerdo al especialista, el componente más abundante del pan es el almidón, un hidrato de carbono complejo que proporciona al cuerpo la energía que necesita para poder funcionar y desarrollarse correctamente. La grasa, el otro nutriente energético, está presente en cantidades muy bajas en el pan (1%), a excepción de otras variedades como el pan de molde y tostado, en las que el contenido graso oscila entre el 5% y el 15%. También aporta proteínas vegetales procedentes del grano del cereal.


“Para muchas personas suprimir el pan de la alimentación es una de las mejores maneras de evitar o corregir el exceso de peso. Pero aunque el pan aporta energía, su consumo no es causa directa del aumento de peso, siempre y cuando se respete la cantidad recomendada para cada caso. En realidad lo que aumenta las calorías de un trozo de pan es lo acompaña: mermeladas, mantequilla, embutidos, salsas, etc. Un pan francés aproximadamente aporta 120 calorías”, precisó.


Para Georgina Fresia  el pan elaborado con verdadera harina integral aporta más vitaminas y minerales que el blanco, ya que se emplea harina producida a partir del grano de cereal completo. Si se ven fragmentos enteros de salvado, posiblemente sea porque han sido añadidos artificialmente a la harina blanca o refinada para producir pan de salvado o pan pseudointegral (el que se vende habitualmente en las panaderías).


“Este pan aporta más fibra que el blanco, pero similar cantidad del resto de nutrientes. El pan totalmente integral es especialmente recomendable para quienes sufren de estreñimiento, diabetes, problemas de colesterol o siguen dietas de adelgazamiento (la fibra facilita el tránsito intestinal, reduce la velocidad de absorción de los azúcares, contribuye a reducir las tasas de colesterol en sangre y retrasa el tiempo de vaciado del estómago, lo que disminuye la sensación de hambre entre horas)”, agregó.

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