martes, 26 de julio de 2022

 

  • 1 de 4 adultos mayores, aproximadamente, de 65 años o más se cae cada año, y una quinta parte de esas caídas resulta en una lesión grave, como una fractura de cadera o una lesión en la cabeza. 



Salud e
n
 Casa.- En Perú existen 4 millones 140 mil adultos mayores de 60 a más años de edad que representan el 12,7% de la población total al año 2020, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Si bien, el 43.9 % de los hogares del país vive alguna persona mayor de 60 y aproximadamente el 9% con adultos de 80 años a más, existe un grupo que require de cuidados especializados e intensivos, a modo de prevención, es allí cuando los asilos o residencias son los lugares dedicados a realizar estas funciones.


Dentro de estos lugares, los cuidadores y especialistas en salud del adulto mayor cumplen un rol fundamental en la atención y supervisión de estas personas, debido a los riesgos a los que pueden estar expuestos; por ejemplo: presentar caídas o sucesos fortuitos que alteran el estado de salud.


La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que las caídas son la segunda causa de muerte accidental en todo el mundo. Caerse una vez duplicará las posibilidades de volver a ocurrir. Para las personas de la tercera edad, los riesgos asociados a este tipo de accidente son especialmente altos. Una investigación en EE. UU revela que 1 de 4 personas, aproximadamente, de 65 años o más se cae cada año, y una quinta parte de esas caídas resulta en una lesión grave, como una fractura de cadera o una lesión en la cabeza. 


Los desafíos de la detección de caídas tradicional

Frente a este escenario, el desafío que se afronta en los asilos es que los métodos actuales de monitoreo de caídas aún dejan en riesgo a este grupo. La forma más sencilla que se de saber si alguien se ha caído es programar visitas periódicas para controlarlo. Pero esto requiere de mucho personal y no necesariamente es efectivo, ya que alguien podría permanecer caído y herido durante algún tiempo antes de ser descubierto.

 

De este modo, Alex Huambachano, Director de Canales de Hikvision, comenta que la tecnología viene aportando en resolver los hechos vulnerables, por ejemplo el uso del botón para alertar, como alarmas colgantes personales. No obstante, estos dispositivos tienen varias limitaciones. Por ejemplo, estos dispositivos deben estar completamente cargados o cambiar sus baterías con regularidad para que sigan funcionando. Y, por supuesto, los usuarios deben presionar el botón para dar la alarma cuando se caigan. Pero, ¿qué sucede si no pueden moverse o quedan inconscientes? o si se trata de una persona con afecciones que afectan la memoria, como la demencia?


Intervención con innovación

Afortunadamente, las innovaciones tecnológicas ofrecen nuevas esperanzas. Para proporcionar detección y monitoreo de caídas continuas. Los hospitales y organizaciones de atención con visión de futuro pueden implementar cámaras de detección de caídas. Estas son tecnologías predictivas que avisan cuando alguien se ha caído y dar una alarma en tiempo real.


El ejecutivo explica que estas innovaciones escanean y monitorean constantemente una ubicación, detecta cuando una persona está en su campo de visión y usa umbrales de altura preprogramados para identificar si esa persona está de pie o no. Si la persona en el campo de visión de la cámara se mueve por debajo de una altura especificada y permanece en ese lugar durante un período de tiempo determinado, esta tecnología lo clasificará como una caída, lo que generará una alarma instantáneamente y se le podrá atender en el momento indicado.

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