Agua de la planta nuclear de Fukushima vertida al mar no afectaría al Mar de Grau.
Salud en Casa.- Fukushima dejó en evidencia lo débil que era (o es) la autoridad reguladora japonesa en materia nuclear. Tan es así que el incumplimiento de las normas provocó que este accidente nuclear tuviera envergadura mundial y abonó para que se estigmatizara a la industria nuclear.
“A diferencia de lo sucedido en la central nuclear de Chernóbil dirigida bajo un mando vertical de carácter netamente político y militar (recordemos el momento que en ese entonces se vivía en la antigua Unión soviética) y que fue construida para cumplir dos propósitos: Generar energía eléctrica y producir plutonio para armas nucleares. Mientras a central de Fukushima fue construida específicamente para generar energía eléctrica y es la compañía eléctrica de Japón quien la administra. En ambos casos, el accidente se produjo por la pérdida de refrigeración del núcleo del reactor”, manifestó el físico nuclear Rolando Paucar Jauregui al Portal Salud en Casa.
De acuerdo con el experto, la decisión del gobierno japonés de verter al océano, el agua tratada del reactor, tiene el respaldo del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y forma parte del desmantelamiento de esta planta, situación que suele suceder en estos casos. “Indudablemente resulta a todas luces una decisión impopular y tildada de irresponsable por parte de gran parte de la población, pero el gobierno japonés cuya credibilidad se ha visto afectada por este accidente sustenta su accionar con la investigación seria de los científicos del OIEA que ha concluido en que los niveles de radiación, en esa agua tratada, se encuentran dentro de los límites establecidos”.
“No tenemos ningún antecedente con respecto a estos vertidos de agua contaminada con tritio , que se emplea como parte del combustible nuclear, que impulsa la generación de energía en las centrales, pero, el OIEA está comprometido en hacer un seguimiento serio y efectivo para determinar los efectos de la contaminación en el océano”, indicó.
El Dr. Rolando Paucar sostuvo que la afectación al ambiente, flora y fauna marina sería mínimo, si es que la hubiere. No obstante, se ha considerado un monitoreo constante a nivel global, para asegurarse que lo que menciona el OIEA y el gobierno japonés se ajusta a la realidad más aun cuando esta situación ha creado una alarma ambiental. “En ese orden de ideas, si la pregunta es, si nuestro mar de Grau se vería afectado la respuesta desde el punto de vista científico sería no”.
“De todos modos, tenemos en el Perú al Instituto Peruano de Energía Nuclear (IPEN) quien debería encargarse de hacer el monitoreo periódico para determinar los niveles de contaminación. Esta acción brindará tranquilidad a la población y a la industria pesquera nacional que podría verse afectada.
“Toda esta situación definitivamente ha afectado a la industria nuclear, el estigma que tiene ha opacado lo beneficiosa que es la energía nuclear como solución energética, limpia y a largo plazo. Entiendo que existen intereses, a nivel mundial, creados por la industria del petróleo y ahora por las energías alternativas. Sin embargo, se ha desestimado rápidamente la investigación y desarrollo nuclear que apunta a centrales nucleares de quinta generación capaces de auto controlarse sin necesidad de la intervención del hombre y con nuevos componentes que la hacen más segura e incapaces técnicamente de producir insumos para armas nucleares”, agregó.
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