jueves, 24 de agosto de 2023

 

  • Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se considera adulto mayor a la persona que tiene más de 60 años. 



Salud e
n
 Casa.- El cuidado de un familiar suele ser una tarea ardua y retadora, más aún, cuando se trata de nuestros familiares -mayores de 60 años-, considerados parte de la población adulta mayor. Cuando llega el momento de cambiar roles, esta vez nos toca acompañarlos, como lo hicieron con nosotros y se debe aplicar la misma dedicación, afecto y paciencia, para que gocen de una buena calidad de vida. 


4 de cada 10 hogares peruanos tiene, entre sus miembros, al menos una persona adulta mayor, según el Instituto de Estadística e Informática (INEI). La mayoría de estos adultos mayores son padres y atraviesan cambios físicos, emocionales y sociales propios del envejecimiento, que los llevan a necesitar una atención especializada y cuidado adecuado, para garantizar su bienestar integral. 



Pedro Salomé Gamarra, médico geriatra y ex director del Comité Latinoamericano y del Caribe de la Asociación Internacional de Gerontología y Geriatría, indica que la creciente adultez mayor con dependencia, causa gran impacto en la persona y en su familia. La transición al rol de cuidador implica hacer una evaluación integral del estado actual del adulto mayor y recopilar información importante, para conocer qué tipo de atención y cuidados requiere.  



"Un análisis de las capacidades y necesidades del adulto mayor, ayudará a determinar un plan de cuidado ideal. El proceso de conversión a cuidadores de nuestros abuelos, padres o madres puede ser complicado al inicio, sin embargo, es una oportunidad para fortalecer el vínculo afectivo y de aprendizaje mutuo", afirmó Pedro Salomé. 


 

Los especialistas de Cotidian, marca de productos de higiene y cuidado para adultos de Softys, nos brindan las siguientes recomendaciones de cuidados básicos para el abuelo adulto mayor: 



Higiene corporal: Se recomienda realizar una rutina de limpieza diaria con agua tibia y jabones neutros. En el caso de un aseo en cama, se deben limpiar las zonas corporales de arriba hacia abajo, empezando por el cuello y finalizando por la parte íntima, con un secado inmediato para evitar la sensación de frío e incomodidad.  


Cuidado de la piel: Con el paso de los años, la piel pierde elasticidad, se reseca e irrita con mayor facilidad. Algunos adultos mayores pueden pasar la mayor parte del tiempo sentados o echados, y la baja movilidad origina poca circulación de la sangre, originando las “escaras” (úlceras por presión). 


Por esta razón, se recomienda cambiar de posición de manera frecuente (cada dos horas). También se sugiere evitar largas exposiciones a los rayos UV, usar sombreros y protector solar.  


Cuidado íntimo: La incontinencia urinaria es frecuente en los adultos mayores, y esto los hace propensos a presentar infecciones e inflamación en la zona íntima. Por ello, la piel debe mantenerse limpia y seca. Se recomienda usar prendas de algodón y productos absorbentes anatómicos de calidad, que garanticen protección y comodidad, para que puedan realizar sus actividades habituales sin restricciones. 


Alimentación: En la edad avanzada, la digestión se vuelve más lenta, por lo que se requiere de una dieta equilibrada en proteínas, carbohidratos y grasas saludables, que contengan vitaminas y minerales. Debemos evitar los alimentos enlatados, procesados y con alta concentración de grasas, azúcar y sal. Es preferible presentar los alimentos en trozos pequeños, para facilitar su ingesta. 


Desplazamiento: Por la falta de estabilidad al caminar y problemas de la visión en el adulto mayor, es aconsejable adaptar el hogar a un ambiente que proporcione comodidad, seguridad y fácil acceso. Se aconseja mantener una buena iluminación en las escaleras, pasadizos, baños y en su dormitorio, agregar barandas o pasamanos en los pasillos y librar los suelos de alfombras, objetos o cables.  

Actividades recreativas: Existen diversas actividades para el padre adulto mayor que, dependiendo de sus gustos e intereses, se pueden incorporar en sus rutinas. Entre ellos, la actividad física, a través de pequeñas caminatas, bailes o una rutina de ejercicios que se adecúe a las condiciones de movilidad o salud. Otra opción es el incentivo a la lectura o a los juegos didácticos, oír radio, ver televisión y usar nuevas tecnologías, para favorecer la estimulación cerebral y socialización. 

Cotidian destaca la necesidad de recurrir periódicamente a un especialista en geriatría para evaluar la salud del paciente, resolver sus dudas, orientar a los hijos o nietos cuidadores y establecer planes de cuidado, más aún, cuando se trata de casos específicos, que demandan atenciones y cuidados especiales.

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