Salud en Casa.- Recientes resultados del informe PISA 2022 revelaron que los estudiantes peruanos tienen una brecha educativa notable respecto a la comprensión y manejo de matemáticas, en comparación a otros países del mundo; pues solo el 34% de ellos alcanza al menos el nivel 2 en esta competencia. Frente a este escenario, se debe destacar que la formación docente se relaciona directamente con el rendimiento académico de los estudiantes.
“Un educador bien capacitado no solo transmite conocimientos, sino que también inspira y motiva a los estudiantes a alcanzar su máximo potencial. Fomentar la formación continua de los docentes y todo el personal que está vinculado con el sector educativo, como los auxiliares, permite que se integren metodologías pedagógicas y herramientas que se adapten a los cambios y mejorar la enseñanza”, señala César Dávila, promotor de Ceba César Vallejo.
Precisamente, en el marco del Día Internacional de la Educación, también es importante destacar el papel crucial que desempeñan los educadores y también de los auxiliares de educación, quienes proporcionan apoyo adicional a los docentes y contribuyen al bienestar y desarrollo integral de los estudiantes, para formar a las nuevas generaciones.
En línea, el especialista César Dávila, explica los beneficios de promover la formación de los docentes y auxiliares de educación en el aprendizaje de los estudiantes:
Impacta en el rendimiento de los estudiantes. Los profesionales de la educación que tienen una mejor preparación, impactan en el rendimiento de los estudiantes al fomentar un espacio de aprendizaje positivo gracias a que implementan estrategias pedagógicas que promueven una mayor comprensión y participación de los estudiantes.
Promueve la Innovación dentro del aula. Los educadores capacitados en nuevas metodologías y enfoques pedagógicos son más propensos a experimentar con métodos novedosos, que motiven a los estudiantes a aprender nuevas cosas y mejorar la dinámica de clases, utilizando herramientas lúdicas o interactivas.
Prepara para enfrentar desafíos. Ante los cambios emergentes que puedan surgir en el entorno educativo, como cambios en políticas educativas, crisis sociales o la implementación de nuevos estándares curriculares. Es importante que docentes y auxiliares estén preparados para manejar y adaptarse a diferentes escenarios.
Desarrolla habilidades pedagógicas. La formación constante permite que se puedan incluir enfoques de enseñanza innovadores y estrategias para adaptarse a diversos estilos de aprendizaje.
“A pesar de su importancia, a menudo los auxiliares de educación pueden enfrentar desafíos y, en ocasiones, no recibir el reconocimiento que merecen. En esta fecha es importante valorar el trabajo que realizan para ayudar en la gestión de las aulas y promover la formación continua de estos especialistas a través de cursos o programas”, finaliza Dávila.
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