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Entre los mayores de 65 años, 6 de cada 10 presentan al menos
una enfermedad no transmisible (Endes 2022).
Salud en Casa.- La diabetes y la hipertensión son dos condiciones crónicas que representan importantes desafíos para la salud pública en todo el mundo y, cuando no se manejan adecuadamente, pueden tener graves consecuencias para diferentes órganos del cuerpo, incluida la visión.
La diabetes es una
creciente preocupación de salud en Perú, afectando a aproximadamente 1.3
millones de personas de 20 a 79 años, según datos de la Federación
Internacional de Diabetes (IDF). “El alto índice de prevalencia de esta
enfermedad crónica, resalta la importancia de implementar medidas eficaces para
la prevención, el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado, ya que sin
control puede llevar a complicaciones como la retinopatía diabética”, comenta el
Dr. Félix Antonio Torres Cotrina, Director General del Instituto Nacional de
Oftalmología (INO).
La retinopatía
diabética es una complicación ocular asociada con la diabetes, afecta los vasos
sanguíneos de la retina. En sus primeras fases no presenta síntomas y en fases
tardías provoca visión borrosa, manchas flotantes, pérdida progresiva de la
visión e incluso ceguera permanente.
Por otro lado, la
hipertensión arterial es un problema significativo en Perú, afectando a más de
5 millones de personas mayores de 15 años, según la Encuesta Demográfica y de
Salud Familiar (ENDES). Esta afección crónica requiere un control riguroso para
prevenir complicaciones graves, incluyendo problemas en la salud ocular como el
riesgo de desarrollar retinopatía hipertensiva, una enfermedad ocular que daña
los vasos sanguíneos de la retina, condición que con el tiempo provocar
síntomas como visión borrosa y dificultades para ver en condiciones de baja luz
si no se trata adecuadamente.
“La
promoción de estilos de vida saludables, exámenes médicos regulares y cultura
de prevención son esenciales para mejorar la salud pública. Es clave que todas
las personas con diabetes e hipertensión se realicen exámenes oftalmológicos
una vez al año, aún cuando no presenten síntomas. Diversas enfermedades
visuales progresan sin advertencias, la vigilancia constante es fundamental.
Además, debemos tener en cuenta que el edema macular diabético (EMD) es una de
las principales causas de pérdida de visión, afectando a aproximadamente a 21
millones de personas en el mundo. Se presenta en el 12% de los pacientes con
diabetes tipo 1 y en el 28% de los de tipo 2. Con el aumento global de la
diabetes, se estima que para 2030 la prevalencia de esta patología podría
alcanzar a 100 millones de personas a nivel mundial”, añadió
el Dr. Félix Antonio Torres Cotrina, Director General del Instituto Nacional de
Oftalmología (INO).
Estas enfermedades son
serias amenazas para la salud ocular, pero mediante una combinación de
vigilancia médica, control de enfermedades crónicas y hábitos de vida
saludables, es posible reducir significativamente el riesgo de pérdida de
visión. La colaboración entre pacientes y profesionales de la salud es esencial
para preservar la visión y mejorar la calidad de vida.
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