Salud en Casa.- El sarro dental es el acúmulo y depósito de restos de comida, bacterias, saliva y células muertas sobre la superficie de los dientes, que se calcifica y, por lo tanto, se adhiere firmemente a los dientes, llegando incluso a acumularse debajo de las encías. Esto ocurre principalmente por una higiene bucal inadecuada, lo que resalta la importancia de realizar un cepillado correcto y constante.
La odontóloga Susant Aguirre, de la Clínica Ricardo Palma, explica que el sarro
puede provocar enfermedades como la gingivitis (inflamación de las encías),
periodontitis (pérdida de hueso y posterior caída de dientes), caries, mal
aliento, aumento de sensibilidad, entre otras afecciones dentales. Para
prevenir la formación del sarro, recomienda lo siguiente:
1. Visitar al odontólogo cada 6 meses. En caso de usar prótesis,
tener ortodoncia o apiñamiento dental, las visitas deben ser más frecuentes.
2. Cepillar los
dientes por lo menos 3 veces al día, asegurándose de emplear una técnica
adecuada.
3. Utilizar hilo
dental o cepillos interproximales 1 vez al día antes del cepillado. También se
recomienda el uso de enjuague bucal 1 o 2 veces al día después de cepillarse.
4. Cambiar el cepillo
dental cada 3 meses, pues si está deteriorado no puede cumplir su función.
5. No fumar.
6. Evitar alimentos
ricos en azúcares y almidones.
¿Cómo eliminarlo?
El sarro no puede eliminarse
únicamente con el cepillado, por lo que es necesario acudir al odontólogo para
una limpieza profesional. Los métodos más comunes para eliminar el sarro son:
·
Destartraje: Es el procedimiento más conocido y se
realiza con un equipo de ultrasonido que emite vibraciones ultrasónicas para
desprender el sarro.
·
Raspado y alisado radicular: Este es un procedimiento manual que
utiliza raspadores o curetas, especialmente cuando el sarro se encuentra debajo
de las encías.
·
Profilaxis dental: Consiste en el pulido final tras la
eliminación del sarro y la placa.
Si nota que tiene sarro o manchas
amarillas o marrones en los dientes, visite a su odontólogo de confianza para
que lo elimine, ya que puede dañar las estructuras dentales y de soporte. En
las etapas iniciales, este cálculo puede pasar desapercibido; sin embargo, con
el tiempo puede incrementarse y provocar sangrado y enrojecimiento de las
encías entre otras afecciones.
Después del tratamiento, solicite a su
dentista recomendaciones sobre los mejores productos y técnicas de limpieza
para mantener una buena salud bucal a mediano y largo plazo.
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