Más del 85% del desarrollo cerebral ocurre antes de los 5 años, según UNICEF. Actividades como jugar con masas estimulan la motricidad fina, la concentración y la creatividad, claves en esta etapa de crecimiento.
Salud en Casa.- En tiempos donde las pantallas invaden las rutinas de niños y adultos, el juego manual, sensorial y creativo cobra una importancia vital. Estando a pocos días de celebrar el Día del Niño, la marca Play-Doh junto con su psicóloga especialista Karina Schang, nos invitan a redescubrir el valor del juego como herramienta de desarrollo integral.
“Hoy más que nunca, los niños necesitan experiencias que estimulen sus sentidos, fortalezcan su cuerpo y emociones, y los conecten con quienes los rodean”, explica Schang, psicóloga infantil y asesora de crianza respetuosa. Estas actividades no solo mejoran su motricidad, sino que desarrollan habilidades cognitivas, emocionales y sociales esenciales para su crecimiento.
A continuación, te compartimos 5 consejos prácticos para padres que buscan acompañar a sus hijos en este proceso, a través del juego manual y la creatividad:
1. Pon a prueba sus manitos con materiales moldeables. Actividades como amasar, recortar, ensartar o modelar con masitas (como Play-Doh) fortalecen la motricidad fina, la coordinación ojo-mano y la planificación motriz. Además, favorecen la autorregulación emocional y la concentración. Requieren de esfuerzo sostenido, paciencia y permiten canalizar energía.
2. Haz del juego una “provocación” para su creatividad. Inspirado en el enfoque Reggio Emilia, Schang sugiere crear “provocaciones” sensoriales: colocar sobre una mesa objetos diversos (masitas, conos, chapitas, frutas, bloques) sin decir qué hacer, y dejar que el niño explore libremente. Esta libertad estimula su imaginación, lenguaje, emociones y sentido del descubrimiento.
3. Reduce las pantallas, sube el juego. El uso excesivo de pantallas eleva los niveles de dopamina (hormona del placer) y cortisol (hormona del estrés), lo que puede afectar el sueño, la tolerancia a la frustración y la autorregulación emocional. En cambio, las manualidades y juegos sensoriales ofrecen una interacción activa y significativa, fortaleciendo vínculos y aprendizajes duraderos.
4. Dedica 15-20 minutos diarios al juego manual. No necesitas horas ni materiales sofisticados. Bastan 15 a 20 minutos diarios, especialmente en preescolares, para sentarte con tu hijo y crear. Estos momentos, acompañados de música suave o instrumental, son perfectos para conectar emocionalmente y generar recuerdos valiosos.
5. Sé parte del juego (pero no controles). Los adultos no deben dirigir, sino acompañar: participar desde la observación, modelar ideas y dejar que el niño tome la iniciativa. El juego compartido genera endorfinas (hormona de la felicidad), fortalece el vínculo afectivo y permite a los padres reconectarse con su propio niño interior.
Según UNICEF, más del 85% del desarrollo cerebral ocurre antes de los 5 años, por lo que fomentar actividades que estimulen habilidades cognitivas y motoras es fundamental en esta etapa. En ese sentido, jugar con masas como Play-Doh no solo entretiene, sino que impulsa el desarrollo de la motricidad fina, la concentración y la creatividad, fortaleciendo también el vínculo entre padres e hijos a través del juego compartido.
Finalmente, Karina Schang enfatiza: “El desarrollo psicomotriz no solo se trata de moverse, sino de expresarse, explorar, vincularse. Volver al juego sensorial de antaño es un acto de autocuidado infantil. Necesitamos tiempo para estar, realmente estar, con nuestros hijos.”
Este Día del Niño, Play-Doh presenta “Play-Doh Mi Jardín”, una nueva propuesta que invita a los niños a explorar su creatividad mientras se conectan con la naturaleza y jardinería a través del juego sensorial.
En esta fecha especial regalemos tiempo, imaginación y juego.
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