Se estima que alrededor del 40% de la población infantil presenta un cuadro de rinitis, una de las afecciones alérgicas más comunes que suelen intensificarse durante los cambios de estación, según ESSALUD.
Salud en Casa.- Con la llegada de la primavera, muchas familias deciden disfrutar de más paseos al aire libre y actividades en contacto con la naturaleza. Sin embargo, esta estación también trae consigo agentes que pueden desencadenar reacciones alérgicas en los bebés y niños pequeños que, por la sensibilidad de su sistema inmunológico, son más propensos a presentar estornudos, congestión o lagrimeo durante esta temporada.
La Academia Americana de Pediatría (AAP) explica que la rinitis alérgica se presenta cuando el sistema inmunológico interpreta alérgenos como el polvo, ácaros, moho o el polen como si fueran invasores, y reacciona para combatirlos. Estos suelen concentrarse en alfombras, peluches, colchones, cortinas, entre otros. A diferencia de un resfriado, los síntomas de la alergia suelen prolongarse – si la exposición al alérgeno es continua- y no vienen acompañados de fiebre.
La pediatra Ana Cecilia Vidal sugiere a los padres y cuidadores observar si los síntomas aparecen de manera repetitiva en la misma época del año y que, ante la duda, se debe acudir a un especialista para obtener un diagnóstico adecuado. “Lo recomendable es reducir la exposición a los agentes desencadenantes y mantener rutinas de cuidado que ayuden a prevenir o aliviar las molestias”, señala.
En esta línea, la especialista Vidal junto a Babysec comparte consejos preventivos para ayudar a reducir los efectos de las alergias estacionales en bebés y niños menores de 5 años:
Dentro de casa
Ambientes libres de humo y humedad: Evita el tabaco y procura ventilar regularmente los espacios, en horas de menor concentración de polen (temprano en la mañana o de noche).
Limpieza frecuente: Utiliza toallitas húmedas y aspiradoras con filtro para evitar que el polvo y los ácaros se acumulen. Además, revisa que las paredes, ventanas, baños o rincones estén secas y limpias para prevenir moho, otro detonante común de las alergias.
Ropa y sábanas limpias: Lava la ropa de cama y los peluches una vez por semana con agua caliente.
Fuera de casa
Cambiar la ropa al regresar de la calle: Retira y lava la ropa que usó tu pequeño de forma aislada, para evitar que el polen quede en las telas.
Aseo después del paseo: Un baño puede ayudar a eliminar restos de polen y polvo en la piel y en el cabello.
Cuidado en áreas verdes: Limita el tiempo en zonas con césped recién cortado o jardines muy florecidos, donde hay mayor concentración de alérgenos.
Solo añadir que, según los últimos estudios, un microbioma intestinal saludable puede intervenir positivamente en el bienestar de las vías respiratorias, por lo que algunos síntomas de las alergias estacionales podrían verse reducidos si cuidamos nuestro sistema intestinal, entre otras cosas.
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