Salud en Casa.- ¿Siente sed con frecuencia?, ¿orina constantemente?, ¿vive cansado todo el tiempo?, ¿nota visión borrosa? Atención: estos síntomas pueden ser más que simple agotamiento. La glucosa elevada en sangre es una alerta silenciosa que muchas veces se ignora hasta que es demasiado tarde. La clave está en adoptar hábitos saludables antes de que aparezca la diabetes, una enfermedad cada vez más común incluso en jóvenes.
El doctor Fernando Quinto, endocrinólogo de la Clínica Ricardo Palma, explica que una glucosa en ayunas entre 101 y 125 mg/dl se considera prediabetes y requiere evaluación periódica, según la Asociación Americana de Diabetes. Aquí la importancia de realizar controles regulares de azúcar en sangre a partir de los 30 años, o antes si existen factores de riesgo como sobrepeso, obesidad, antecedentes familiares, enfermedades crónicas u ovario poliquístico.
La base del tratamiento para reducir la glucosa es modificar el estilo de vida: llevar una alimentación balanceada, practicar actividad física con frecuencia (idealmente 5 veces por semana) y dormir lo suficiente para que el organismo se recupere del desgaste diario.
No siempre es necesario recurrir a medicamentos; esto debe determinarlo un especialista. Cuando se requiere tratamiento farmacológico, una de las primeras opciones suele ser la metformina. Sin embargo, la elección depende siempre de la evaluación individual de cada paciente.
La buena noticia es que, al dejar atrás los malos hábitos, es posible normalizar los niveles de glucosa en sangre. Por ello, es fundamental que hombres y mujeres tomen conciencia de la importancia de una nutrición variada y del ejercicio regular como principales aliados para prevenir la diabetes.
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