martes, 23 de septiembre de 2025

 

     Un tercio de los alimentos producidos en el mundo se pierde o desperdicia cada año. El 29 de septiembre, Día Internacional de la Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, busca visibilizar este desafío y promover acciones sostenibles.




Salud e
n Casa. – Cada 29 de setiembre, el mundo conmemora el Día Internacional de la Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, una fecha que invita a reflexionar sobre cómo lograr que los alimentos producidos lleguen efectivamente a los hogares, contribuyendo a reducir el hambre y proteger el medio ambiente.


En el Perú, el desafío es urgente, pues más de 12,8 millones de toneladas de alimentos se pierden o desperdician cada año, lo que representa aproximadamente el 48% de la producción nacional, según la revista científica Sustainability. En paralelo, el informe “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo” estima que más de 17 millones de peruanos —alrededor del 51% de la población— vive en situación de inseguridad alimentaria moderada o grave.



Partiendo de este contexto, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) subraya que alrededor del 14% de los alimentos se pierde a nivel mundial entre la etapa posterior a la cosecha y la distribución antes de llegar al comercio minorista. Es decir, los productos se pierden en procesos como almacenamiento, transporte y procesamiento, sin llegar siquiera a los supermercados o mercados. A ello se suma el desperdicio que ocurre en la venta minorista y en los hogares. Esta situación no solo agrava la inseguridad alimentaria, pues también implica un uso ineficiente de recursos fundamentales como el agua, la tierra y la energía.



En ese sentido, empresas como BASF impulsan proyectos enfocados en la capacitación de agricultores, la gestión segura de insumos y la conservación de la biodiversidad. “Allin Kawsay”, desarrollado en Huánuco, capacitó a más de 15 mil productores en prácticas sostenibles, manejo seguro de insumos y equidad de género, además de incentivar la recolección y disposición adecuada de envases agroquímicos. Actualmente, la iniciativa “Alas para el Campo” cobra protagonismo al trabajar con agricultores de la región en la protección de polinizadores mediante franjas florales y jardines, alcanzando a más de 1,700 productores. Estos proyectos reflejan cómo la innovación, las buenas prácticas agrícolas y la colaboración pueden reducir pérdidas en el campo y generar beneficios sociales y ambientales duraderos.



“Reducir las pérdidas y desperdicios no es solo una cuestión de eficiencia, es una oportunidad para que el esfuerzo de los agricultores y los recursos invertidos en la producción alimenten realmente a más familias. Con soluciones locales y cooperación, es posible avanzar hacia un sistema alimentario más justo y sostenible”, señaló Flavia Zuleta, Gerente de Soluciones para la Agricultura en BASF Peruana.



De cara al Día Internacional de la Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, la invitación es a que el sector público, empresas privadas, organizaciones sociales y consumidores sumemos esfuerzos para que cada kilo de alimento cuente y contribuya a un futuro más sostenible para todos.

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