● Un tercio de los alimentos
producidos en el mundo se pierde o desperdicia cada año. El 29 de septiembre,
Día Internacional de la Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de
Alimentos, busca visibilizar este desafío y promover acciones sostenibles.
Salud en Casa. – Cada 29 de setiembre, el mundo conmemora el Día Internacional de la Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, una fecha que invita a reflexionar sobre cómo lograr que los alimentos producidos lleguen efectivamente a los hogares, contribuyendo a reducir el hambre y proteger el medio ambiente.
En el Perú, el desafío es urgente, pues más de 12,8
millones de toneladas de alimentos se pierden o desperdician cada año, lo que
representa aproximadamente el 48% de la producción nacional, según la revista
científica Sustainability. En paralelo, el informe “El estado de la
seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo” estima que más de 17 millones
de peruanos —alrededor del 51% de la población— vive en situación de
inseguridad alimentaria moderada o grave.
Partiendo de este contexto, la Organización de las Naciones
Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) subraya que alrededor del
14% de los alimentos se pierde a nivel mundial entre la etapa posterior a la
cosecha y la distribución antes de llegar al comercio minorista. Es decir, los
productos se pierden en procesos como almacenamiento, transporte y
procesamiento, sin llegar siquiera a los supermercados o mercados. A ello se
suma el desperdicio que ocurre en la venta minorista y en los hogares. Esta
situación no solo agrava la inseguridad alimentaria, pues también implica un
uso ineficiente de recursos fundamentales como el agua, la tierra y la energía.
En ese sentido, empresas como BASF impulsan proyectos
enfocados en la capacitación de agricultores, la gestión segura de insumos y la
conservación de la biodiversidad. “Allin Kawsay”, desarrollado en Huánuco,
capacitó a más de 15 mil productores en prácticas sostenibles, manejo seguro de
insumos y equidad de género, además de incentivar la recolección y disposición
adecuada de envases agroquímicos. Actualmente, la iniciativa “Alas para el
Campo” cobra protagonismo al trabajar con agricultores de la región en la
protección de polinizadores mediante franjas florales y jardines, alcanzando a
más de 1,700 productores. Estos proyectos reflejan cómo la innovación, las
buenas prácticas agrícolas y la colaboración pueden reducir pérdidas en el
campo y generar beneficios sociales y ambientales duraderos.
“Reducir las pérdidas y desperdicios no es solo una
cuestión de eficiencia, es una oportunidad para que el esfuerzo de los
agricultores y los recursos invertidos en la producción alimenten realmente a
más familias. Con soluciones locales y cooperación, es posible avanzar hacia un
sistema alimentario más justo y sostenible”, señaló Flavia Zuleta, Gerente de
Soluciones para la Agricultura en BASF Peruana.
De cara al Día Internacional de la Concienciación sobre la
Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, la invitación es a que el sector
público, empresas privadas, organizaciones sociales y consumidores sumemos
esfuerzos para que cada kilo de alimento cuente y contribuya a un futuro más
sostenible para todos.
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