jueves, 11 de diciembre de 2025

 


Salud e
n
 Casa.- En diciembre las mesas peruanas se llenan de recetas cargadas de historia y emociones. Sin embargo, la celebración también impulsa excesos que pueden pasar factura. Para la médico María Isabel Vera Talledo, docente y experta en nutrición de la Universidad de Piura, mantener el equilibrio en nuestra alimentación no implica restar alegría: se trata de planificar mejor y reformular costumbres sin perder identidad.

 

La especialista recuerda que las celebraciones navideñas suelen inclinarnos hacia comidas con muchas calorías, pero que pueden controlarse. “La carga simbólica de los alimentos en las reuniones, suele favorecer los excesos, pero en el hogar es posible revertir esta tendencia mediante una planificación adecuada”, explica. La clave está en involucrar a la familia para acordar menús más equilibrados y moderados.

 

Un primer paso consiste en ajustar preparaciones tradicionales sin sacrificar sabor. El pavo puede hornearse con hierbas aromáticas en vez de grasas adicionales, la ensalada rusa admite sustituciones con yogur, y el clásico arroz árabe puede prepararse con menos azúcar y mayor presencia de frutos secos naturales. Para la docente, estos pequeños cambios suman: evitar la piel del pavo o usar ingredientes frescos reduce calorías sin alterar la esencia del plato.

 




Disminuir los procesados en Fiestas

Vera también destaca que el país ofrece alternativas locales que permiten disminuir el consumo de los alimentos procesados: menestras, granos andinos y pescados son opciones que enriquecen nutricionalmente la mesa navideña y fortalecen la identidad culinaria. “Aportan fibra, proteínas de calidad y micronutrientes, al tiempo que reducen el uso de embutidos o alimentos ultraprocesados”, sostiene.

 

En Lima, donde el acceso a pescados y frutas de estación es amplio, reemplazar el arroz navideño por quinua o arroz integral puede marcar la diferencia. En el norte peruano, ingredientes como mango, limón, plátano bellaco, y zarandaja entre otros, permiten elaborar alternativas saludables sin perder sabor. El panetón no está prohibido, pero sí debe moderarse las porciones: una tajada pequeña es suficiente. Para zonas de clima cálido, una opción sensata es sustituir el chocolate caliente por emoliente frío, infusiones o versiones bajas en calorías.

 

La educación alimentaria tiene un rol central durante un mes repleto de tentaciones. “Enseñemos a los niños a reconocer el hambre y la saciedad, a elegir alimentos saludables y relacionarse con la comida sin culpa ni excesos”, aconseja la experta. Finalmente, recuerda algunas pautas clave: evitar llegar con hambre extrema a la cena, incluir una entrada vegetal como una ensalada verde, moderar porciones, mantenerse hidratado y realizar actividad física ligera. Al final, celebrar con equilibrio no solo es posible: puede convertirse en la nueva tradición familiar.

Next
This is the most recent post.
Previous
Entrada antigua

0 comentarios:

Publicar un comentario