miércoles, 1 de mayo de 2013

Diario 16.- Muchas personas con el afán de satisfacer un antojo consumen frituras a diario, sin saber que están ingiriendo una sustancia cancerígena llamada acrilamida, que se presenta en la cocción de alimentos ricos en almidón (carbohidratos) a altas temperaturas.
 
La nutricionista Slovenia Ulloa Acuña, de la Universidad Femenina del Sagrado Corazón (UNIFE), nos da alcances: “La acrilamida está relacionada con el cáncer, causa daño a nivel neuronal e inclusive tiene relación con la infertilidad masculina. Para que surja la reacción de este componente basta con calentar el alimento a más de 180ºC; estas temperaturas se pueden alcanzar en frituras, horneados y parrilladas. Se han encontrado  en ciertos alimentos después de haber sido cocidos y procesados a temperaturas muy altas  y los niveles de acrilamidas aumentan según el tiempo de calentamiento”.
 
Según la especialista, las frituras  que se venden en los conocidos “fast food” o  comidas rápidas son cancerígenas, por la alta presencia de acrilamidas y grasa trans que se forma por la acción de aceites reutilizados y expuestos a altas temperaturas.
 
“Estas no solo bloquean las arterias y aumentan el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares; también elevan el riesgo de desarrollar cáncer. Las mujeres con los niveles más altos de grasa trans tienen el doble de probabilidades de sufrir cáncer mamario, comparadas con las que tienen niveles menores”, enfatizó Ulloa Acuña.
 
Se requiere más control
 
Para Slovenia Ulloa existen evaluaciones de supervisión de calidad en locales de comida rápida, en las que se realiza una evaluación química de los productos para saber cuánto de acrilamida están produciendo por alimentos. Pero, -alerta- hay muchos vendedores informales que expenden estos productos sin ningún tipo de fiscalización, como son las salchipapas, alistas broasters, entre otros.

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