El consumo de grasas
trans durante el embarazo y lactancia puede afectar al desarrollo mental de los
niños y reducir su peso al nacer.
Salud en Casa Perú.- Nuestra alimentación está compuesta por grasas trans de
distintos tipos, pero no sabemos realmente cuáles de estas pueden hacer daño a
nuestro organicismo y al de nuestra familia.
Son las grasas trans y las grasas saturadas con las que debes uno debe tener
cuidado y evitar su consumo y reducirlo al mínimo, manifestó la nutricionista
de Nutramed Perú, la Licenciada Jimena del Pozo Jacobs.
“Las grasas de origen animal se definen como grasas
saturadas. Esta, por lo general se vuelve sólida a temperatura ambiente. Por su
parte , se le conoce como grasa trans aquella grasa de origen vegetal que sufre
un proceso de hidrogenación (de calentamiento), el cual permite transformar
una grasa en estado líquido a uno
semisólido, con mayor resistencia a la oxidación y a su envejecimiento , es decir, a su estado
natural de descomposición contienen
este tipo , ya que además de abaratar los costos de producción permiten una mayor duración de
los mismos. Sin embargo, esta grasa termina dañando el metabolismo del cuerpo y
se acumula en las arterias”, precisó.
Según la especialista
podemos encontrar grasas trans en
alimentos como las galletas dulces y
saladas, margarinas, cereales para niños, frituras como chifles, papas y
camotes de los snaks, al igual que las papas
fritas que acompañan el pollo a la brasa. “Los que están más expuestos a
presentar grasas trans son los niños, porque en los mismos kioskos de los
colegios y afuera de ellos consumen muchos de estos productos, nocivos para su
salud”.
“Entre los riesgos que nos puede ocasionar un habitual
consumo de productos que contienen estas grasas, se encuentran los trastornos
cardiovasculares como el infarto al miocardio (ataque al corazón), ya que
tienen la capacidad de reducir el colesterol bueno y elevar el colesterol malo.
Asimismo su consumo durante el embarazo y lactancia puede afectar al desarrollo
mental de los niños y reducir su peso al nacer”, informó.
Para Jimena del Pozo es recomendable remplazar las grasas
saturadas y las trans de su alimentación
por las grasas mono insaturadas
como son el aceite de oliva y de canola y las poli insaturadas, como los
aceites de soya, frijoles de maíz y
girasol y alimentos como las nueces. “Se
debe seleccionar alimentos como pollo sin piel, los granos integrales, frutas
y vegetales y reducir el consumo de
vísceras como el hígado una vez por semana y priorizar el pescado y la
pavita”.
“Con esta ley que promueve la alimentación saludable para
niños y adolescentes, aprobada por el Congreso que estipula que la
publicidad dirigida a este grupo de personas, no debe incentivar el consumo de
alimentos y bebidas no alcohólicas con
grasas trans, alto contenido de azúcar, sodio y grasas saturadas; me parece un
buen comienzo, pero aquí entra la responsabilidad de los mismos padres y
maestros en educar a los niños también”, agregó.
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